Cae en Mallorca el jefe de la red de tráfico de personas sospechosa de traer a España a combatientes yihadistas

También habría facilitado el traslado de combatientes desde Marruecos, Argelia y Túnez a zonas controladas por facciones yihadistas en Libia y financiado la actividad de estos grupos terroristas

Imagen de archivo de una operación contra el yihadismo de la Guardia Civil ABC

Agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil detuvieron en la noche del pasado 31 de julio, en la localidad de Llucmajor (Mallorca), a un individuo de nacionalidad argelina por delitos de terrorismo. Las investigaciones pusieron de manifiesto que el arrestado lideraba ... desde Europa una organización criminal dedicada al tráfico de seres humanos con conexiones con grupos facilitadores asentados en el norte de África . Se sospecha que esta red fue la que trajo a España a combatientes yihadistas detenidos en nuestro país.

Aprovechando dicha infraestructura, el detenido habría facilitado el traslado de combatientes desde Marruecos, Argelia y Túnez a zonas controladas por facciones yihadistas en Libia, grupos a los que a su vez habría financiado con los fondos provenientes de su actividad criminal. Por estos hechos se encontraba requisitoriado a nivel internacional por Interpol .

La operación ha contado con una estrecha colaboración entre la Guardia Civil, Interpol y las autoridades argelinas, habiendo sido clave la rápida coordinación entre los investigadores y sus homólogos para la detección del detenido, quien contaba con una gran movilidad a nivel internacional y disponía en el momento de su detención de documentación de diversas nacionalidades.

El detenido ha ingresado en prisión , pero la investigación permanece abierta para esclarecer los motivos de su presencia en España así como para detectar a otros miembros o colaboradores de su entramado. Se sospecha que esta organización criminal estuvo detrás de las últimas entradas de combatientes terroristas desde Argelia a España, quienes ya fueron detenidos.

El retorno de los 'foreign fighters' es una de las principales preocupaciones para los responsables de la lucha contra el terrorismo yihadista, ya que se trata de individuos con experiencia en combate, muy radicalizados, a los que Daesh pide que continúen con los ataques, en este caso en Europa. Dos operaciones realizadas por la Comisaría General de Información de la Policía , en abril del año pasado y en enero de este, demuestran además que los retornados no dudan en utilizar redes de inmigración ilegal para intentar entrar en nuestro territorio –y en otros países europeos–, sin ser detectados.

En la operación de abril de 2020 la Policía detuvo a un egipcio y a un argelino de los que hay constancia plena de que combatieron en las filas de Estado Islámico. Hay indicios potentes de que el tercer individuo arrestado, también argelino, tiene asimismo experiencia en combate, pero aún se trabaja en esta línea de investigación. Todos ellos habían llegado a España a bordo de una embarcación que había zarpado de Orán y que arribó al Cabo de Gata , en Almería, ciudad en la que fueron arrestados. El egipcio, identificado como Abdel Majed Abdel Bary, era uno de los 'foreign fighters' más buscados de Europa, había sido rapero en el Reino Unido y se incorporó en 2013 a las filas de Daesh. Difundió una fotografía suya en la que sujetaba con una mano la cabeza de un soldado sirio decapitado.

En la de enero de este año, que se hizo en Barcelona, la Policía detuvo a otros tres argelinos, de los que al menos uno había combatido en Siria con Estado Islámico . Hay sospechas de que uno de los otros dos arrestados también lo hizo. Como en el caso anterior, habían llegado días antes a Almería de forma clandestina desde Argelia en una embarcación que les facilitó una de las muchas mafias de la inmigración que operan en ese país.

Desde la elevación al nivel 4 de Alerta Antiterrorista el pasado 26 de junio de 2015, la Guardia Civil ha potenciado todas las investigaciones relacionadas con este tipo de estructuras de colaboración con el terrorismo y, con especial importancia, en aquellas conexiones entre individuos presentes o residentes en España y otras personas residentes en países de nuestro entorno, reforzando la cooperación policial internacional.

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