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López se planta ante el PNV y le advierte que «no es el régimen ni la religión vasca»

Urkullu amenaza a los socialistas con los costes de su llegada al poder. Zapatero insta al nacionalismo a asimilar la situación

López se planta ante el PNV y le advierte que «no es el régimen ni la religión vasca»

A pesar de las buenas relaciones que han mantenido históricamente PNV y PSOE, ambos partidos protagonizaron ayer un cruce de descalificaciones como paso previo a las conversaciones para la formación de gobierno. En rueda de prensa en Bilbao, a la que se quiso dar carácter casi institucional, con ikurriña de fondo incluida, Patxi López pidió a los nacionalistas «más talante democrático para asumir que el País Vasco no es suyo». Instó al PNV a dejar de «meter miedo» afirmando que llegará el «apocalipsis» si pierden Ajuria Enea. «No pasa nada si el PNV está en la oposición. Es un partido, no una religión», dijo López.

El líder del PSE mantiene su intención de presentar su candidatura a lendakari, aunque considera que corresponde en primer lugar al PNV iniciar el diálogo. Esta misma semana se producirá el primer encuentro PNV-PSE y la próxima será Antonio Basagoiti el interlocutor de Juan José Ibarretxe e Iñigo Urkullu.

Patxi López mantendrá su propia ronda de conversaciones, al igual que lo hiciera en 2005, cuando también presentó su candidatura. Conviene recordar que la entonces dirigente del PP vasco, María San Gil, le reprochó que no le hubiera pedido el apoyo de su partido. «De forma expresa nos ha dicho que no nos pide el voto para su investidura como lendakari, que es nuestra decisión», explicó entonces San Gil.

La intención de López respecto al PP vasco no es, cuatro años después, muy diferente, aunque tiene ahora mucho más que perder. Su pretensión es que sean el PP y UPyD quienes tomen la decisión de apoyarle o dejar que Ibarretxe vuelva a ser lendakari. Una vez producida esa elección, negociaría apoyos puntuales con PNV, PP y UPD, en función de las circunstancias.

En cambio, en el PP entienden que debe ser López el que dé el primer paso para «ver qué es lo que quiere». Niegan tener una lista de peticiones. Ni siquiera la Diputación Foral de Álava -en manos del PNV y PSE a pesar de ser el PP el más votado- sería moneda de cambio «al menos hasta que se inicie el proceso». Si algo tienen claro es que «vamos a propiciar el relevo, pero tiene que dar el paso el PSE».

Por su parte, los empresarios vascos se han decantado ya por rechazar la formación de un gobierno minoritario y han pedido que se conforme una mayoría estable, independientemente de quien la lidere, para afrontar de forma eficaz la crisis económica.

La «cabeza» de Ibarretxe

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, mantuvo ayer el tono agresivo contra los socialistas y dijo que «si Patxi López sale elegido con los votos del PP tendrá que hacerlo a un alto precio». Afirmó que el PSE quiere «la cabeza de Ibarretxe», pero que su partido no lo sacrificará para lograr un pacto con los socialistas. Urkullu se preguntaba «cómo Patxi López se puede plantear gobernar cuando no ha ganado», mientras casi al mismo tiempo el secretario general del PSE recordaba que el PNV gobierna en Álava y en Guipúzcoa sin ser la fuerza más votada.

Rodríguez Zapatero terció en el rifirrafe instando al nacionalismo a asimilar la pérdida del poder y aconsejando al PNV que no utilice «palabras gruesas que normalmente no llevan más que a desdecirse de ellas». Durante una rueda de prensa en La Moncloa con el primer ministro ruso, Dmtri Medvédev, señaló que la pérdida de una posición de poder «nos ha pasado a todos» porque «forma parte de la democracia». El presidente se aventuró a dar lecciones de comportamiento político al PNV y dijo que hay que tener «fair play» y «saber estar a la hora de asumir lo que son procesos de pérdida de la responsabilidad en un gobierno». Fuentes socialistas creen que la reacción de los peneuvistas era «la previsible» después de haber ocupado el poder autonómico 30 años. Por eso «la pedagogía» de cada decisión que adopte Patxi López tiene «tanta importancia como la decisión en sí misma».

En la misma línea que los socialistas, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se plantó ayer ante las advertencias que está lanzando el PNV sobre las consecuencias que tendría un gobierno no nacionalista. Cospedal replicó que «ya está bien de faltar al respeto a los votos, escaños y votantes del PP» porque «no son de peor condición» que los nacionalistas. Para el PP es un «orgullo» contar en aquella Comunidad Autónoma con un partido como el que lidera Basagoiti. También advirtió a Patxi López de que el cambio es posible en el País Vasco pero no puede limitarse a «un cambio de personas», sino de políticas.

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