La lista de Sastre, «absorbida de facto» en el País Vasco por HB

La decisión del Tribunal Constitucional, en contra del criterio del Supremo, ha abierto a Batasuna las puertas de par en par, no sólo para irrumpir con trampa en las elecciones europeas, sino también para colarse en la «legalidad» e impunidad que le ofrece Iniciativa Internacionalista.

Modificación del discurso

Los expertos en la lucha antiterrorista subrayan que si, antes de que acabara el plazo de impugnaciones, las pruebas que demostraban la instrumentalización de la coalición castellana por parte de Batasuna eran sólidas, una vez iniciada la campaña electoral son «concluyentes». Constatan que se ha producido una «absorción de facto» de Iniciativa Internacionalista por parte de la coalición proetarra. La primera consecuencia, sobre todo en el País Vasco y Navarra, es que la coalición castellana ha modificado su programa electoral. Ha pasado a priorizar la «autodeterminación y un «final negociado del conflicto», en detrimento de reivindicaciones sociales y laborales.

La «absorción de facto» queda plasmada también en la treintena de actos electorales que la candidatura de Sastre-Otegi ha organizado en diferentes municipios del País Vasco y Navarra -la cifra podría aumentar-. Todos ellos con la participación «estelar» de dirigentes de Batasuna y, para disimular algo, con la presencia como teloneros de grupúsculos de extrema izquierda. Si Otegi dio el pistoletazo de salida, el miércoles tomó el relevo Julen Aginako, otro de los batasunos supervivientes, que acaparó un mitin en Baracaldo. Mañana, la lista de Sastre celebrará acto en el Anaitasuna de Pamplona, donde la coalición proetarra difundió su última oferta.

Y es que, pese a los golpes, Batasuna mantiene un puñado de dirigente, alrededor de 30.000 batasunkides y cierta logística. Le falta el «blindaje» de la legalidad que se la aporta Iniciativa Internacionalista. No es descartable que se cree una versión «abertzale» de II para campar a sus anchas por las tierras vascas. Lo cierto es que, después del 7-J, Batasuna está lista para rodar, con trampas, en la «legalidad» y recuperar la iniciativa política que había perdido. Desde el 8-J tendrá cobertura legal para exhibir los «votos abertzales» como «acumulación de fuerzas».