El líder del PP insiste ante su ejecutiva en que «sé lo que estoy haciendo»

«Sé lo que estoy haciendo», dijo Mariano Rajoy ante los miembros de su comité ejecutivo nacional apenas una hora antes de que pactara con Luis Bárcenas su salida de la tesorería general del PP. Rajoy se refería al asunto Gürtel en un discurso de ... cierre del curso político donde el último sondeo del CIS vino a insuflar nuevas dosis de ánimo a las filas populares.

Sobre la Gürtel argumentó que «estamos actuando con prudencia y sensatez», también que «vamos a afirmar la presunción de inocencia de los militantes. Nuestras decisiones -agregó en presencia de Bárcenas- vienen dictadas por nuestras convicciones y por el sentido común».

Además, alertó contra el riesgo de los «juicios paralelos» que, a veces, suponen «una pena mayor» que el propio proceso penal y enarboló algunas citas sobre la cuestión del CGPJ en el sentido de que estas actuaciones provocan indefensión e interfieren en la Justicia.

Muy elaborado llevaba el líder popular este capítulo, insistiendo en la tesis de una actuación concertada en contra del PP y señalando a los supuestos culpables. «Hay una campaña brutal en la que colaboran algunos funcionarios porque las cosas nos van bien», argumentó en referencia a las filtraciones de la Gürtel y a los cargos políticos de Interior. Pero a pesar de esa campaña, el PP «está en situación de ganar las elecciones y crecer en expectativa popular», frente a un Zapatero que «ha quedado desnudo ante la opinión pública».

La insistencia en apuntar a Interior -traducido en una denuncia en la que piden que declaren, entre otros, el «número dos» del Ministerio, Antonio Camacho- no ha sido muy bien comprendida por el sindicato SUP, que reclamó al PP que mirara antes «entre sus filas».

Malestar policial

Es por ello que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se ha venido reuniendo con los representantes policiales para trasladarles que la denuncia por las filtraciones apunta a los responsables políticos de Interior, Fiscalía y juzgados correspondientes y no a la actuación de los efectivos policiales. En este sentido comentó ante los periodistas en rueda de prensa que «es infame que los responsables políticos se intenten parapetar tras la policía».

Por otro lado, Rajoy señaló en la ejecutiva que si el balance del curso se mide en votos, «este es muy positivo», al tiempo que aludió al último sondeo del CIS sin triunfalismos pero con satisfacción e ironía: «esto vale para lo que vale y claro que valdría más si fuera al revés».

Por su parte, Cospedal denunció ante los periodistas el «sesgo» que, a su juicio, tiene el sondeo del CIS a favor del PSOE, hasta el punto de que creen que con una proyección adecuada la ventaja del PP se hubiera situado entre los 3,5 y 4 puntos.

Cospedal dijo que el PP «está acostumbrado a que nos dé una estimación de voto muy por debajo» y puso como ejemplo las elecciones europeas de 2004 y 2009 y las gallegas y vascas del pasado 1 de marzo. Al hilo de esta reflexión sentenció que es «antidemocrático que una institución oficial haga sus encuestas con una desviación tan importante» que menoscaba la credibilidad del centro.

La «número dos» del PP considera que éste «es el peor momento para Zapatero» y que el presidente del Gobierno «ha tirado por la borda toda la confianza que depositaron en él» a pesar de iniciar su legislatura en 2004 con los mayores índices de confianza conseguidos nunca por un presidente electo.

También le calificó de «irresponsable», «voluntarista», «autoritario» y «sectario» por su reacción tras el fracaso del diálogo social. «Zapatero quería un acuerdo sin contenido y se ha buscado el chivo expiatorio» culpando de ese fracaso a la CEOE y al PP.

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