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El laberinto andaluz: cansancio sin rebeldía

Descontado el triunfo en minoría del PSOE, el interés de la jornada se reduce a los pactos postelectorales, la influencia nacional y su condición de primarias de centro-derecha

Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía
Ignacio Camacho

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La vida política en el latifundio de poder andaluz se ha movido desde hace años entre la resignación, la melancolía, el escepticismo y la rutina. Más de un 60 por cien de los electores dicen en las encuestas desear un cambio, pero una proporción ... aún mayor están convencidos de que no va a producirs e, y tampoco parece que la continuidad del PSOE, en el poder desde tres décadas y media, les inquiete demasiado. Ése ha sido el gran éxito de los socialistas: su identificación intrínseca con el sistema mismo de la autonomía. Su condición de partido Alfa, bandera y guía, que incluso en sus horas más bajas conserva entre amplias capas de la población un marchamo de legitimidad autoinducida. El tránsito hasta los comicios de hoy ha transcurrido bajo ese clima, si bien los sismógrafos demoscópicos han empezado a detectar en los últimos días ciertos indicios de sacudidas.

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