La juez sobresee la causa contra Dolores Vázquez y Robert Graham

La resolución dictada por la juez de Fuengirola es consecuencia de la investigación supletoria abierta a raíz de la aparición en la escena de este asesinato del británico Tony King, lo que en septiembre de 2003 obligó a hacer un replanteamiento de las investigaciones, que hasta ese momento apuntaban a Dolores Vázquez -íntima amiga de la madre de Rocío Wanninkhof- como única sospechosa de los sucesos de Mijas.

Investigaciones cruzadas

Cuando en agosto de 2003 desaparece en la localidad malagueña de Coín -muy cerca de Mijas- la joven Sonia Carabantes y cuando, un mes más tarde, en el curso de sus investigaciones la Guardia Civil descubre que el ADN del presunto asesino de Sonia coincide con los restos biológicos hallados en una colilla recogida en el lugar donde cuatro años antes había aparecido el cadáver de Rocío Wanninkhof, Dolores Vázquez aguantaba sobre sus espaldas el peso de la condena social y judicial. En esos momentos, el «caso Wanninkhof» había sufrido un parón y estaba a la espera de la celebración del segundo juicio contra Dolores Vázquez. El giro de 180 grados llegaría desde Coín.

La hasta entonces única sospechosa como presunta asesina de Rocío había sido declarada culpable en septiembre de 2001 por un Tribunal del Jurado y condenada por la Audiencia Provincial de Málaga a 15 años de cárcel. Meses más tarde, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía revisó la sentencia y ordenó a la Audiencia celebrar un segundo juicio a la vista de la falta de motivación detectada en el veredicto del Jurado. El Supremo avalaría después esta decisión. La gran repercusión que el crimen había tenido en los medios de comunicación y la marea de opinión desfavorable hacia Dolores Vázquez tuvieron quizás más influencia de la debida en un Tribunal formado por ciudadanos legos en Derecho.

El segundo juicio de Dolores Vázquez había sido señalado para el otoño de 2003, pero hubo de ser suspendido a la vista de las noticias llegadas desde Coín. Las pruebas de ADN y la autoinculpación de Tony King -detenido el 18 de septiembre- tanto en el crimen de Sonia Carabantes como en el de Rocío Wanninkhof cambiaron el rumbo a la vida de Dolores Vázquez, que en todo momento, desde su detención hasta el día que escuchó el veredicto del Jurado, había defendido su inocencia.

Ahora, la juez que ha instruido esta segunda parte del «caso Wanninkhof» ha decidido dejar fuera a Dolores Vázquez y a Robert Graham (amigo de Tony King acusado como presunto encubridor de los hechos), tal y como solicitó la Fiscalía. Sí mantiene la imputación, con el fin de llevarle a juicio, para King, así como su situación de prisión ante el riesgo de que se fugue.

En un auto dictado el miércoles, la instructora señala que «del resultado de la extensa investigación practicada hasta la fecha no se desprende la existencia de indicios de criminalidad contra los mismos que justifiquen la continuación del procedimiento respecto de ellos». «No se puede hallar indicio alguno de que Dolores Vázquez conociera a los otros dos implicados en el procedimiento pese a que la Guardia Civil investigó exhaustivamente a este respecto (...) No existe ninguno \ que directamente la conecta con los hechos y menos aún con la persona respecto de la cual se acuerda la continuación del procedimiento», añade el auto.

Nueva valoración

La juez rechaza la pretensión de la acusación particular de que se celebre de nuevo el juicio contra Dolores Vázquez, tal y como ordenaron el TSJ de Andalucía y el Supremo. «No cabe olvidar», señala, que cuando ambos tribunales dictaron sus sentencias «no se conocía la existencia de los indicios que ahora implican a Tony King». Estos nuevos elementos obligan a hacer una nueva valoración de los hechos, asegura la juez de Fuengirola.

Tanto la defensa del británico como la acusación particular han anunciado que recurrirán la decisión.