El juez manda al banquillo al presunto líder de la mafia china Gao Ping y un centenar de personas

En concreto, han sido acusadas entre la Fiscalía Anticorrupción y la Abogacía del Estado un total de 107 personas, aunque el juez deja a cuatro fuera porque «nunca fueron llamados a declarar en calidad de investigados».

Sobre el resto pesan indicios de un rosario de delitos que van desde organización criminal hasta blanqueo, pasando por cohecho, contra la Hacienda pública, de falsedad , amenazas e incluso de detención ilegal, contra los distintos involucrados en las actividades que tuvieron su epicentro en el polígono industrial de Cobo Calleja, en la localidad madrileña de Fuenlabrada. Hay, por descontado, ilícitos contra la propiedad industrial y también de contrabando.

El juez ha fijado fianzas millonarias. Sólo Gao Ping y a nivel personal, debe consignar 103 millones de euros en el juzgado en un plazo de diez días, cuantía que sube si se consideran los 22 millones que debe aportar solidariamente con otros 12 acusados. Si todos cumplen lo estipulado, la Audiencia Nacional debería recibir en los próximos días más de 1.000 millones de euros por las fianzas en esta causa .

Todo, a partir de lo que la Fiscalía describe como una macro organización criminal en cuya cúspide se sentaba el ciudadano chino Gao Ping, a quien se sitúa como un líder que ejercía con mano de hierro, incluso mediante el uso de la violencia , el liderazgo en una «actividad sistemática» de fraude fiscal y blanqueo de capitales entre los años 2010 y 2012. Anticorrupción pide 74 años de cárcel para él.

La estructura de la organización tenía varios escalones, desde la posición de Gao Ping y su mujer hasta el último soldado, y operaba también a nivel internacional, fundamentalmente sacando grandes cantidades de dinero desde España, ya fuese en efectivo y por carretera, ya se hiciera falsificando negocios internacionales o simulando envíos de remesas.

De fondo, las importaciones de materiales de china que generaban esas ingentes cantidades de dinero difíciles de justificar: la mercancía se infravaloraba o se declaraba menor cantidad de la que realmente llegaba en contenedores. Ese excedente se vendía y se cobraba en efectivo. De ahí el cash y la necesidad de un entramado para blanquearlo, según la tesis de la acusación pública, que sitúa otros mecanísmos: préstamos a altísimo interés y extorsiones.

Para desarrollar sus actividades, contaban con un alto «nivel de penetración en diferentes capas de la sociedad española» entre los que Anticorrupción destaca los «importantes contactos en el Ayuntamiento de Fuenlabrada» que tenía Gao Ping, «así como con algunos integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad» . Entre los acusados por la Fiscalía hay un guardia civil.

También contaban con su propio entramado para encubrir las cuentas de las sociedades de la organización. Anticorrupción sitúa ahí a un individuo que sería el responsable de toda la actividad de blanqueo y mantendría relaciones con Gao Ping, facilitando el tránsito de fondos a paraísos fiscales. En este contexto, acusa a Nacho Vidal, cuyo nombre real es Ignacio Jordá, que se sentará en el banquillo por organización criminal, blanqueo de capitales y un delito continuado de falsedad en documento mercantil. Le pide once años de prisión.