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Juan Carlos Quer: «Me atormenta saber el final tan horrible que tuvo mi hija»

El padre de Diana Quer está convencido de que el asesino de su hija será condenado a prisión permanente y manda un mensaje a quienes gobiernan: «La protección de nuestras hijas no tiene color político. Es sentido común»

Juan Carlos Quer, padre de Diana, durante su entrevista con ABC Ángel de Antonio
Cruz Morcillo

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Juan Carlos Quer está convencido de que el asesino de su hija será condenado a prisión permanente. Manda un mensaje a quienes gobiernan: «La protección de nuestras hijas no tiene color político. Es sentido común. Me indigna que se intente sacar rédito». Aún espera que Pedro Sánchez lo reciba y que le pidan disculpas quienes le acusaron de buscar venganza.

¿Qué sintió cuando por fin conoció el veredicto?

Me vino la sonrisa de mi hija porque esta ha sido su lucha. Yo no he parado en estos tres años y dos meses ¿Sabes lo que me da mucho miedo? Lo que viene ahora. El vacío. Por eso me agarro al estatuto del desaparecido, a todo lo que pueda ayudar. No me puedo quedar quieto. Ha sido una terapia; de otro modo te vuelves loco.

¿Está satisfecho con el veredicto?

¿Se puede decir de modo más explícito que no es no que como lo dijo Diana? Estuvo 500 días gritando desde el pozo por qué estoy aquí. El informe del supervisor del Imelga ha puesto en evidencia una prueba de cargo, un edema en la zona genital.

Juan Carlos Quer, con una foto de su hija Ángel de Antonio

¿Tiene duda de que será condenado a prisión permanente?

Con todo el respeto al fallo de su señoría creo que cuenta con todos los elementos para que se pueda aplicar la prisión permanente. Y si no es así, recurriremos. Pero se daría un paso atrás en los derechos y la libertad y la seguridad de la mujer porque un vídeo en directo jamás vamos a tener pero toda la prueba directa e indiciaria va en la misma dirección. El único móvil fue sexual.

Ha asistido a todas las sesiones del juicio, salvo la última, con una entereza admirable. ¿Cuál fue el momento más duro de tantos?

La imagen de esa sórdida nave y este tío portando los ladrillos y abriendo el pozo donde sumergía a Diana. Ahí fue cuando salté y dije «podría haber sido tu hija». El capitán Hidalgo me había contado que este individuo no se quería acercar al pozo porque le daba miedo. Era tan poca cosa comparado con lo grande que era mi hija que yo creo que la mirada que vio en ella le va a atormentar toda la vida. No ha levantado la vista en el juicio. Ha sido toda la vida el último, el cobarde. La imagen de desproporción que me transmite Diana, un cervatillo frente a un depredador.

Ha defendido a capa y espada el trabajo de la Guardia Civil...

Estoy unido a ellos de por vida. Lo hacen siempre, en todos los casos, siguen siendo tan humanos que después de ver películas de terror a diario todavía lloran cuando ven estas atrocidades. Solo puedo decir gracias y gracias. Yo le dije al juez instructor, un juez joven, cuando archivó el caso: «Sea usted consciente de que está archivando una vida»; también que si se producía alguna filtración, él sería el único responsable.

El otro papel igual de duro ha sido consolar a su hija Valeria, que también estuvo en varias sesiones...

Es mayor de edad, pero yo lo valoré antes. No quería que viera por televisión, en el salón de casa, que a su hermana se le había desprendido la cabeza y el resto de atrocidades. Cuando fue allí estaba buscando Justicia para su hermana y psicológicamente creo que le permite cerrar el duelo por muy duro que sea. Tras las primeras sesiones «light» hablamos y ya no fue. Valeria está muy dañada. Cada tatuaje que lleva es como una quemadura más.

¿Qué va a hacer ahora? ¿Seguirá luchando por otras víctimas?

Primero descansar y ayudar a Valeria y luego crear la «Fundación Diana Quer. Diana Vive». Es una forma de que mi hija no muera. Voy a trabajar en el ámbito de los desaparecidos, para que se logre el estatuto, para que sus familias tengan recursos, abogados... Si me ha costado a mí que me he involucrado en todo, imagínate a alguien sin recursos ni conocimientos.

¿Ha habido algo positivo en estos tres años de dolor?

Sí, la solidaridad y el apoyo de ciudadanos que han sentido la muerte de Diana como si fuera su propia hija; el trabajo de los investigadores y de algunos periodistas.

¿Cuál es el mejor recuerdo que guarda de su hija?

Su lucha desde que nació muy prematura. Su generosidad, su bondad. Cubrió su ciclo y se fue con su hermana Carolina (su gemela). Pero me atormenta saber el final tan horrible que tuvo. Se murió gritando y luchando en una nave sórdida. Es la peor versión del hombre del saco.

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