Juan Bravo gana fuerza en el PP de Feijóo tras ocupar la 'vacante' en Economía

Este técnico de Hacienda con vocación política, que ya despunta como referente en el nuevo equipo de Génova, era el candidato 'tapado' de Casado y García Egea para ser el próximo presidente del PP de Ceuta

Feijóo envía a Sánchez una carta con su plan fiscal, de 41 páginas, sin logos del PP y con el escudo de España

El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, ofrece una rueda de prensa, en Madrid EFE

Pasaban las cuatro de la madrugada del martes cuando Alberto Núñez Feijóo recibió en su móvil el borrador del documento con el plan anticrisis que había encargado a su vicesecretario de Economía con urgencia apenas diez días antes, y con la Semana Santa ... entre medias. Debía ser la tarjeta de presentación del nuevo PP ante los españoles, su primera gran propuesta, y no debía quedarse en un mero enunciado, sino en un conjunto de medidas realistas, argumentadas y presupuestadas que pudieran aplicarse de forma inmediata para aliviar a los ciudadanos ante la subida masiva de los precios.

Atrás quedaba un trabajo intenso, que contó con la colaboración de más de 25 expertos , consejeros autonómicos, exministros y antiguos secretarios de Estado. Todo el trabajo coordinado por un hombre que de la noche a la mañana ya es uno de los referentes más sólidos en el nuevo PP.

Juan Bravo , el nuevo responsable de Economía del PP, recibió el encargo del jefe con gusto. Es un loco del trabajo, y así lo describen sus allegados. Disfruta con lo que hace, le pone pasión y no mira el reloj. Y luego lo explica y lo defiende como si le fuera la vida en ello. Es un técnico de pies a la cabeza, un gestor, pero con una vocación política que descubrió de sopetón cuando el delegado del Gobierno en Ceuta puso su nombre sobre la mesa a Juan Vivas , en 2015, para que fuera candidato al Congreso por esa Ciudad Autónoma.

Este inspector de Hacienda y entonces delegado de la Agencia Tributaria , totalmente feliz en su trabajo, ni siquiera se planteaba entrar en el ruedo político. «Les dije que no tenía ni idea de política, que no conocía ese mundo, pero insistieron por mi perfil técnico», comenta a ABC. Tardó dos días en decírselo a su mujer: «No me atrevía porque me querría matar». Cuando por fin se decidió a hacerlo, ella lo miró ojiplática : «¿Cuándo me has dicho tú a mí que querías ser político?».

En realidad no se lo dijo nunca porque no lo sabía ni él. Pero la idea le sedujo. Para alguien hiperactivo como él, era una oportunidad de hacer más y más. «Soy funcionario y tengo asumido el concepto de servidor público». Además, tenía una ventaja: en cualquier momento podía dar marcha atrás, y podría volver a su puesto de trabajo . No todos los políticos se lo toman igual porque no pueden decir lo mismo.

Portero con dorsal 13

En Ceuta comenzó la carrera política de este inspector de Hacienda, nacido en Palma de Mallorca en 1974, y con una vinculación especial con esa ciudad autónoma, pero también con Jaén, donde terminó sus estudios de Derecho, aprobó tres oposiciones y, además, entró como portero titular en el Jaén Paraíso Interior , el equipo de fútbol sala en la División de Honor, con el dorsal 13, un número que siempre le ha atraído, sin ningún tipo de superstición. Corría el año 1997 cuando llegó a Jaén, donde vivió hasta 2012. Allí se casó y tuvo tres hijos . Cuando se desplazaron a Ceuta lo hicieron por un año, y se quedaron casi ocho. Por todo esto cuando se le pregunta sobre sus planes futuros, le cuesta aguantar la risa.

Su estreno político no estuvo nada mal, ya que en las elecciones de junio de 2016 fue el cabeza de lista más votado de toda España, en términos relativos, algo de lo que se siente especialmente orgulloso, y que se encargó de recordar a Pablo Casado , después de que este lograra ese 'premio' en diciembre de 2015, por Ávila. Se volcó en la campaña electoral, fue casa por casa para pedir el voto, de forma literal, sin usar un solo ascensor por el rechazo que le producen. Adelgazó cerca de ocho kilos en quince días.

Con su escaño ganado a pulso, en el Congreso fue vocal en varias comisiones, como las de Presupuestos, Hacienda y Economía, y Juanma Moreno contó con él cuando llegó a la Junta de Andalucía, después de décadas de poder monocolor socialista. Bravo entró en el Gobierno autonómico un tanto de rebote, ya que sustituyó a Alberto García Valera en febrero de 2019, cuando este renunció por problemas de salud sin cumplir un mes en el cargo.

Cuentan que cuando llegó a la Consejería de Hacienda, siempre era el último en marcharse, y le llamaba la atención que se quedaran todas las luces encendidas. Un ordenanza le explicó que era la costumbre, pero ese derroche cortocircuitaba su mentalidad de técnico de Hacienda y ordenó que se pusiera fin a ese sinsentido, como haría cada uno en su casa. Le gusta subrayar que cada céntimo cuenta y el dinero público es sagrado.

Casado le conoció en la campaña de 2015 y ambos sintonizaron bien. Más tarde, ya en la presidencia del PP, contaría con Bravo como secretario de Empleo y Pensiones, a las órdenes de Elvira Rodríguez. La realidad, sin embargo, fue que dentro del partido no tuvo ningún protagonismo, y se centró en sus funciones como consejero andaluz.

El «milagro económico»

En el Gobierno de Juanma Moreno despuntó de forma inmediata y acabó siendo la cabeza visible de lo que muchos llamaron «milagro económico andaluz», con una política basada en la bajada de impuestos y la eficiencia del gasto público.

Cuando Feijóo se dispuso a formar su equipo, buscó perfiles sólidos, gestores, técnicos, con experiencia y con talento. Y Juanma Moreno le dio un nombre para un área clave en el nuevo PP, la económica : Juan Bravo. Feijóo y él no se conocían, apenas se habían saludado un par de veces antes, pero no dudó en apostar por él, primero porque la recomendación venía de Moreno, y segundo porque los resultados en Andalucía le avalaban y daban credibilidad a su proyecto para toda España.

'Es la economía, estúpido' . La mítica frase procedente de la política norteamericana se instaló en Génova con Feijóo desde el primer día. El líder del PP lleva tres semanas con el foco puesto en la crisis, en su plan fiscal, y no hay quien lo mueva de ahí. Para ello se apoya en un vicesecretario que en cuestión de días ha puesto cara al plan económico del PP, después de años en los que la falta de un referente claro en esa área fue una de las críticas más escuchadas dentro y fuera del partido.

En la anterior etapa del PP, los jefes de Génova también pensaron en Bravo, pero para ser el futuro presidente del partido en Ceuta y cubrir la retirada de Vivas. Era su candidato y el destino que le tenían preparado, aunque nunca se lo llegaron a plantear de forma oficial. 'Es la economía, estúpido', murmuran ahora en el PP.

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