Dos jóvenes policías en prácticas son vejadas, asesinadas a navajazos y quemadas en su piso de Hospitalet
Silvia Nogaledo y Aurora Rodríguez, de 28 y 23 años de edad, respectivamente, eran naturales de León y estaban destinadas en la comisaría de Castelldefels
BARCELONA. Silvia Nogaledo García, de 28 años, natural de Noceda del Bierzo, y Aurora Rodríguez García, de 23, nacida en Toral de los Guzmanes, ambas en la provincia de León, pasaron ayer a engrosar la macabra lista de víctimas de crímenes brutales. Los cadáveres de ... las dos mujeres, agentes de Policía en prácticas, fueron hallados en su piso de Hospitalet de Llobregat cosidos a navajazos, Ambas estaban atadas y con los vestidos levantados y rotos por su agresor o agresores, que habían intentado luego quemar los cuerpos para borrar pruebas, según fuentes de los Mossos D´Esquadra que se han hecho cargo de las investigaciones. El horrible crimen está bajo secreto de sumario.
Los primeros en presenciar la escena «dantesca» del doble crimen fueron los Bomberos de la Generalitat que apagaron el fuego provocado en el séptimo piso, puerta segunda, del bloque número 40-48 de la Rambla Marina del barrio de Bellvitge de Hospitalet de llobregat, donde vivían las dos agentes.
Sobre las diez de la mañana, y alertados por un vecino del inmueble, cinco dotaciones de los Bomberos acudieron al lugar para sofocar el incendio y, tras forzar la puerta de entrada de la vivienda, presenciaron la macabra escena. Los cadáveres aparecieron medio calcinados en dos habitaciones diferentes y rodeados de un enorme charco de sangre a causa de las numerosas heridas de arma blanca recibidas.
El autor o autores podrían haber vejado y agredido sexualmente a las dos agentes en prácticas del Cuerpo Nacional de Policía (CNP). Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña confirmaron que las víctimas eran dos agentes en prácticas destinadas en la comisaría de Castelldefels (Barcelona). Habían estudiado en la Escuela de Policía de Ávila y llevaban siete meses de prácticas, un periodo que estaba previsto que concluyera el próximo mes de febrero.
Pese a que la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Hospitalet decretó un riguroso secreto de sumario del caso, fuentes de la investigación explicaron que los cadáveres de las dos mujeres presentaban indicios de «abusos sexuales» y de haber sido «vejadas» antes de morir apuñaladas a manos de sus agresores que, al parecer, incendiaron después la vivienda con la intención de borrar las huellas de su macabra acción. El fuego fue causado de manera intencional en tres puntos distintos de la casa.
Las mismas fuentes de la Policía autonómica subrayaron que los cuerpos presentaban evidentes signos de violencia y de «ensañamiento», con numerosas heridas de arma blanca que habrían causado la muerte de las dos jóvenes mujeres.
No hay pistas sólidas
«Estamos recogiendo pruebas para poder recomponer el puzzle y tener la historia completa de lo que ha pasado», señaló un portavoz de los Mossos d´Esquadra, que se amparó en el secreto de sumario decretado por la juez para no revelar más detalles del caso. No obstante, fuentes de la investigación reconocieron que, de momento, carecen de pistas sólidas sobre la identidad del autor o los autores del truculento suceso y que esperan conocer los resultados de las autopsias, que se practicarán en las próximas horas, para tener más datos que puedan contribuir a esclarecer los hechos.
La magistrada del Juzgado de Instrucción número 4 de Hospitalet, que estaba en funciones de guardia y que se ha hecho cargo de las investigaciones, procedió al levantamiento de los cadáveres sobre las dos de la tarde y, dos horas después, los cuerpos de las dos agentes de Policía eran evacuados del bloque. Un coche funerario trasladó los dos cadáveres al depósito de Hospitalet. La llegada de los Bomberos y, posteriormente, de un elevado número efectivos de la Policía autonómica al lugar de los hechos congregó a numerosos curiosos y vecinos de la Rambla Marina y de la Avenida América del barrio de Bellvitge.
La noticia del crimen de las dos agentes en prácticas del Cuerpo Nacional de Policía cogió por «sorpresa» a los vecinos que, en principio, atribuyeron el ruido constante de sirenas a que en el interior de la vivienda incendiada pudiera haber alguna víctima del fuego. Sin embargo, la presencia de docenas de cámaras, fotógrafos y micrófonos de los medios de comunicación en el barrio alertó los curiosos de que el suceso era más grave de lo que esperaban.
Conmoción en el barrio
Por la tarde transcendieron algunos de los detalles del brutal asesinato que conmocionó a los vecinos de esta barriada obrera donde abundan los bloques de trece y catorce pisos. «Nos ha cogido totalmente por sorpresa, porque nadie esperaba una cosa así en nuestro barrio, que es muy tranquilo», subrayó Rosa María Rubio, propietaria de una tienda de golosinas donde una de las víctimas solía comprar cada día antes de ir a trabajar.
La comerciante explicó que todos los vecinos sabían que «las inquilinas del piso incendiado eran policías» porque la vivienda siempre era arrendada a agentes en prácticas que «se quedaban uno o dos años en el barrio y, después, se iban». Rosa María aseguró que «nunca hubo ningún problema» con ellos. En un primer momento circuló alguna versión que aseguraba que las dos jóvenes compartían piso con otro hombre. La Policía desmentía este extremo y aseguraba que las mujeres vivían solas.
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