El ex jefe de Asuntos Internos recurre por «absurdo y gratuito» su procesamiento en Kitchen

Martín Blas fue procesado el pasado mes de julio por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, junto a Villarejo, e l ex director Adjunto Operativo de la Policía Eugenio Pino y, además de otros mandos policiales, el exministro Jorge Fernández Díaz y quien fue su número dos, Francisco Martínez; por un operativo «extramuros» de la justicia que buscaba sustraer a Bárcenas documentación comprometedora.

En su recurso, al que tuvo acceso ABC, la defensa de este comisario retirado incide en que «ha denunciado y perseguido con ahínco las actividades ilícitas del comisario Villarejo y del resto de coimputados cuando ha tenido conocimiento de ellas y estos sabían de su rectitud, por lo que es inverosímil que contaran con él para una operación de carácter ilícito».

A lo largo de 35 páginas, recopila anotaciones y transcripciones de audios de Villarejo que apuntalan su tesis de que ya «en plena operación Kitchen» y durante su desarrollo «se producen constantes presiones» para conseguir que fuese cesado . En esas maniobras habría participado el entonces Director Adjunto Operativo Eugenio Pino, también procesado por el espionaje a Bárcenas y que, al igual que Villarejo, señaló al exjefe de Asuntos Internos en sede judicial.

«En las agendas del comisario Villarejo podemos leer cómo en plena operación Kitchen saben que están siendo objeto de investigaciones por parte de Martín Blas», dice el escrito, que tacha de «inverosímil que los coimputados estuviesen dispuestos a contar con la colaboración» de quien les tenía en el punto de mira, «siendo lo lógico lo contrario: que le ocultasen sus planes por temor a que ordenase a su unidad una investigación».

Incide, sobre Pino, en que sus declaraciones «contradictorias e incongruentes, su animadversión acreditada por los tribunales en los que ha declarado infructuosamente contra Martín Blas y su amistad hacia el comisario Villarejo de quien se ha servido en otros procedimientos judiciales como testigo para lograr su exculpación hacen que dicho testimonio carezca de todo valor incriminatorio».

Pero lo que más pesa en el caso de Martín Blas es la imputación de malversación que trae cuenta de las declaraciones de Villarejo y de Pino, quienes señalaron que proporcionó fondos reservados de la Unidad de Asuntos Internos para pagar al confidente de la trama, el chófer de Bárcenas, Sergio Ríos; como recoge el auto de procesamiento.

«En la causa no existe ningún informe ni dictamen de la Unidad de Asuntos Internos que indique que Martín Blas haya hecho un uso irregular de los fondos reservados, disponiendo de los mismos sin control por lo que podemos afirmar que el Juez hace una aseveración absurda y gratuita sin respaldo indiciario de ningún tipo», dice el escrito.

Añade que «el encargado de la custodia y pago de los fondos asignados a la Unidad de Asuntos internos de la Policía Nacional expresamente reconoció» en sede judicial que Martín Blas «nunca utilizó dichos fondos para el pago a Sergio Ríos u otra persona relacionada con la operación Kitchen». «Sin embargo, el Magistrado Instructor mantiene lo contrario sin aportar ningún indicio en el auto impugnado», añade.

El tercer pilar de su procesamiento es la imputación de que habría encargado seguimientos a la mujer de Bárcenas, al hilo de la declaración de otro miembro de Asuntos Internos que refirió haber recibido de su jefe la orden de vigilar un coche determinado con la advertencia de que la zona donde debía buscarlo, coincidía con la del domicilio en Madrid del extesorero del PP.

«De ser cierto ese operativo (lo cual desde esta parte se niega) no podría desde luego entenderse que tiene este vinculación con la operación Kitchen tanto en cuanto ni se puede determinar cuando ocurrió este control, ni en que ubicación, ni cual era su fin », señala.

Sobre este punto, además de negar cualquier orden al respecto, el recurso recuerda que ese miembro de la unidad no supo concretar en sede judicial en qué fecha ni de parte de qué operativo formaba parte la vigilancia de aquel coche. Mientras, una policía del mismo equipo sí dejó claro ante el juez que «jamás su superior Marcelino Martín Blas le ordeno ningún seguimiento al entorno de Bárcenas o su esposa».

El escrito lleva además una petición anticipada de recusación del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, ante la posibilidad de que tuviese que resolver sobre el recurso, cosa poco probable dado que los casos que instruye el Central 6 se derivan a la Sección Tercera y él, forma parte de otra. Consultado por este diario, ha declinado hacer comentario alguno al respecto.

Solicita que en ese caso, sea apartado por «la manifiesta amistad que ha existido entre el comisario Villarejo y dicho magistrado» a la luz de las anotaciones de las agendas, que reflejan citas y reuniones en 2014 y 2015 con un elemento común, el comisario otrora jefe de Barajas, Carlos Salamanca, del que sí consta sobradamente que tenía relación con él. Andreu se apartó en una causa que investigaba a este mando policial precisamente porque le conocía, el caso Emperador.

En una de las anotaciones que transcribe el escrito, fechada el 8 de enero de 2014, Villarejo dejó apuntado: «SALAS» (Carlos Salamanca«). » Papeo agradable con FDO ANDREU. Propuesta para que sea Pres. de la Aud. Nacional. Organizada comida CHISCO (el exsecretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez) y ANDREU«. Nunca ha presidido esta instancia judicial.