Investigan si el detenido de Vox en Lérida pagaba a chicos discapacitados a cambio de felaciones

La dirección del partido comunicó a través de una nota que Ortiz no ocupaba ningún cargo de responsabilidad y que solo era un militante raso. Fuentes de Vox explicaron que su presentación como líder de Lérida «se ha hecho siempre de forma personal y a través de sus redes sociales». Pero al trascender la noticia, la formación que encabeza Santiago Abascal se apresuró a borrar los mensajes en los que hacían referencia a Ortiz como presidente de la provincia. Aun así, desde el partido insisten en que el Comité Ejecutivo Nacional nunca aceptó su propuesta de presidencia y que hasta ayer «no se percataron» de que actuaba como líder.

Sin embargo, lo que sí es cierto es que Ortiz presentó el pasado día 4 de marzo denuncia ante la Fiscalía provincial por delitos de odio contra grupos independentistas. En el escrito figura mencionado él como presidente de Vox Lérida, y además las redes sociales del partido en la capital provincial compartieron imágenes en las que aparece Ortiz Cambray acompañado de dos miembros más de Vox ante el juzgado de la localidad, en el momento de presentar la denuncia.

Además, según consta en el Boletín Oficial del Estado, también fue cabeza de lista de Vox por Lérida para el Senado en 2016. La primera decisión de Vox fu e suspender al arrestado de militancia «hasta que se aclaren los hechos». Y anunciaron que le llevarán ante el Comité de Garantías por fingir ser líder y porque Vox «no cuenta con ninguna estructura organizativa» en Lérida.

El arresto se produjo tras una denuncia de la Fundación Alosa, tal y como adelantaron los diarios «Segre» y «La Mañana». La entidad había detectado un comportamiento extraño en uno de los chicos con discapacidad intelectual. Finalmente, los responsables de la fundación –que es privada, pero que presta servicios concertados a la Generalitat– comprobaron que el político había intercambiado, a través de Whatsapp, mensajes y fotos sospechosas con dos de los jóvenes mayores de edad.

Los primeros indicios apuntan a que el político pagó cinco euros a al menos una de las víctimas a cambio de prácticas sexuales como felaciones. Las dos supuestas víctimas son mayores de edad, pero los Mossos investigan si Ortiz Cambray pudo haber abusado de más jóvenes, incluso de algún menor, pues el centro alberga a jóvenes discapacitados de diversas edades. Los Mossos d’Esquadra también analizan el ordenador, la tableta y el móvil del político en busca de rastros de pornografía infantil, y registraron su domicilio.