Interior destituye al mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero

El relevo de Soler fue el único de un director general anunciado anoche por el presidente del Gobierno . La razón es obvia: es el único que tenía hasta ayer bajo su mando a miles de policías, funcionarios armados con las competencias de seguridad atribuidas en exclusiva. La sustitución de Trapero, no obstante, no es sencilla dado que tiene una enorme ascendencia sobre buena parte de la plantilla, en especial de los mandos y, por tanto, hay que buscar un perfil muy firme a quien colocar al frente. Los apoyos con los que cuenta se evidenciaron cuando fue recibido entre aplausos y abrazos en el «cuartel general» de los Mossos tras prestar declaración ante la juez Carmen Lamela y seguir en libertad.

Una vez que sea apartado, Interior puede acordar también que se le abra un expediente administrativo e incluso suspenderle de empleo y sueldo, en función de la gravedad del mismo . Esa misma medida podría aplicarse a los mossos rebeldes de manera inmediata para contener de esa forma sus posible desobediencia.

Si este es el movimiento que lleva a cabo Interior, como parece, la siguiente incógnita es si también releva a los mandos más próximos al mayor o los mantiene en su cargo, si dichos mandos se comprometen a cumplir la legalidad y se ponen a las órdenes de los responsables que se designen.

Hay que tener en cuenta que no se sabe cómo van a reaccionar los independentistas en la calle a partir de hoy, toda vez que la independencia les ha durado solo unas horas y que ya está anunciada la querella que interpondrá la Fiscalía el lunes contra el destituido Gobierno de la Generalitat y la Mesa del Parlament .

Por este motivo, es importante mantener la mayor estabilidad posible dentro del Cuerpo siempre y cuando existan garantías de que cumplirán las órdenes de sus nuevos mandos. La incógnita es si, llegado el momento, serán capaces de actuar contra quienes han sido sus jefes políticos.

Interior desvelará a lo largo de las próximas horas el escenario que ha diseñado y que no descarta, al menos sobre el papel, la sustitución de buena parte de los mossos en caso necesario por agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado . Anoche, los funcionarios desplegados dentro de la Operación Copérnico no habían recibido ninguna instrucción distinta y los turnos de trabajo se seguían realizando con la misma rutina. Más de cinco mil quinientos agentes de ambos Cuerpos esperaban novedades. Algunos han llegado esta misma semana para relevar a sus compañeros (como los antidisturbios de Madrid), pero otros llevan ya 37 días desplazados a Cataluña «y lo peor acaba de empezar», como admitían algunos ayer a ABC.

El último escenario sobre el papel, posible en virtud del 155 , es en lugar de sustituir a los mandos, cambiarles sus competencias. Algunos mossos ya se resignan en privado a convertirse en una «policía local de Cataluña».