La «impotencia» ante la connivencia de Sánchez con Bildu atraviesa el homenaje de la AVT a las víctimas

Tras él, ha lamentado: «Qué caros nos van a salir sus pactos, señor (Pedro) Sánchez, que usted se mantenga en el poder» y ha hecho un llamamiento a la sociedad: «No nos dejéis solos en esta lucha hay que plantar cara, hay que dar el paso ya».

El dolor por el trato del Ejecutivo de Pedro Sánchez con Bildu, y en particular por los traslados de etarras a cárceles cercanas al País Vasco y los homenajes a los terroristas que salen en libertad, ha atravesado la ceremonia. «Cuarenta años después, las víctimas del terrorismo volvemos a ser molestas» , ha proclamado la actual presidenta del colectivo, Mayte Araluce, recordando el aniversario de la AVT y denunciando que se les está intentando silenciar. «Trabajan para hacernos invisibles, eso significa enterrar nuestras reivindicaciones de Verdad, Memoria, Dignidad y Justicia«.

Araluce ha desvelado la reciente concesión del tercer grado penitenciario a Antonio Toro , condenado como facilitador de los explosivos del atentado, una progresióno que no se ha hecho pública. «Las víctimas vivimos tiempos complicados», ha lamentado la presidenta, que ha detallado el decálogo de mensajes que tiene pendiente de trasladar a Sánchez en una reunión reiteradamente pedida por la AVT, pero para la que no les reciben.

Entre esos mensajes, ha enumerado que ETA no ha sido derrotada, sino que sus herederos han conseguido sacar rentabilidad política de lo que se hizo «hasta ser decisiva políticamente e impulsar las reivindicaciones de la organización»; que ETA no entregó sus armas, que ninguno de los 154 presos etarras que han sido acercados al País Vasco ha colaborado con la Justicia para esclarecer los crímenes pendientes o que la política que está desarrollando el Ejecutivo en este ámbito está teniendo «un impacto muy negativo en las víctimas, que se puede catalogar de nueva victimización».

Pedraza ha hablado de «rabia e impotencia», la de ver que nadie «hace nada» por frenar los recibimientos festivos a los terroristas excarcelados, la de ver que quienes aplaudían a ETA «están siendo tenidos en cuenta como aliados políticos preferentes», o la que suscita la desfachatez de pasear a Arnaldo Otegui «por la televisión pública alardeando de poner y quitar gobiernos».

La presidenta de honor ha criticado también al ministro del Interior, «distante y esquivo mientras las víctimas peor lo pasan» y alertado de que el traspaso de la gestión de las prisiones al Ejecutivo vasco significará «abrir la puerta y todos a la calle», en alusión a los etarras internos.