Ignacio González: «Pones al juez a escarbar cebollinos y ya está»

En la extensa conversación, González admite que ya intentó colocar a Manuel Moix al frente de la Fiscalía Anticorrupción, pero le faltaba algún requisito. Esa eventual elección -que acabaría materializándose- la califica de «cojonuda» porque Moix es un «tío serio y bueno». Con las mismas palabras se refiere a José Manuel Maza , que ya había sido nombrado fiscal general del Estado, aunque según las fuentes consultadas, es el magistrado Enrique López (muy próximo al PP) quien le dedica la alabanza al nuevo fiscal general porque es un tío «que sabe lo que tiene que hacer» . El inminente nombramiento del fiscal jefe de la Audiencia Nacional también aparece aunque no avanzan ningún candidato.

González en esa charla saca a relucir el nombre de varios magistrados, casi todos afines al PP, según las palabras de los interlocutores, y la conveniencia de que estén situados en determinados puestos. Es el caso del presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Manuel Marchena , sobre quien hablan -aunque admiten no conocerlo- pero sin concretar en qué puesto les gustaría que estuviera. El expresidente llega a decirle a Zaplana que no se corta en hablar con «Rafa» si hace falta, en referencia al ministro de Justicia, Rafael Catalá, para intercerder en el nombramiento del jefe de Anticorrupción.

González no oculta su malestar con respecto al juez Eloy Velasco . Los dos amigos hablan sobre la conveniencia de que salga de la Audiencia Nacional y especulan con que pueda ir al Supremo porque, según Zaplana, el problema «está en la instrucción». El desprecio con el que se refieren al Poder Judicial es clamoroso, según las fuentes consultadas. No entienden que si tienen el Gobierno y el Ministerio de Justicia deban mantener en un juzgado a alguien que como Velasco no es el titular de la plaza. Para ellos la solución es fácil: hacer que vuelva el titular (magistrado de enlace en Roma, de quien dicen que vive como dios) y al otro «lo pones a escarbar cebollinos» . Sin «chantaje».

González también comenta una comida en «La Razón» con colaboradores de ese diario, en la que nadie quería sentarse con Mauricio Casals.