Iglesias fía a ERC y Bildu su supervivencia en La Moncloa
El veto a Cs no es solo ideológico: Podemos quiere pinchar el globo naranja a Sánchez
En paralelo a gobernar, Unidas Podemos tiene otra empresa vital dentro del Ejecutivo: aguantar. El partido de Pablo Iglesias pactó una coalición de gobierno con el PSOE después de recoger su peor dato. De 71 diputados (21,1 por ciento) a 42 (14, ... 3%) en abril del año pasado y 35 (12,8%) en la repetición electoral de noviembre.
El arco parlamentario resultante forzó al PSOE a un acuerdo para mantener el Ejecutivo. A su vez, Iglesias tuvo que renunciar a su ideal de una coalición 50-50 y acelerar el pacto con Sánchez como salvavidas de unas siglas muy mermadas. Aguantó el tirón, pero tras su debacle electoral en Galicia y el País Vasco, en julio, su principal afán ahora es mantenerse en la barcaza de La Moncoa.
El veto a Ciudadanos en los Presupuestos que impulsa el vicepresidente segundo y líder de Podemos esconde, más allá del rechazo ideológico, esa lucha por sobrevivir. Su esfuerzo (suyo, no del PSOE) por incorporar a ERC y Bildu, descontando las afinidades comunes varias, responde a su necesidad de pinchar el globo naranja y evitar que se refuerce a Inés Arrimadas como potencial socia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez .
El papel de Arrimadas en la crisis sanitaria, con la negociación para las prórrogas del estado de alarma y el acercamiento de PSOE y Cs, con un trato preferencial evidente y diversos guiños, hicieron saltar las alertas en la sede morada. Que si bien gobiernan con los socialistas, lo hacen en minoría y los recelos y desconfianzas entre algunos de sus miembros ya han provocado algún que otro chispazo en el Gobierno. Controlados y zanjados por los equilibrios entre Sánchez e Iglesias.
No obstante, la hemeroteca recoge diversos encontronazos en los últimos meses , por ejemplo, entre la vicepresidenta económica, Nadia Calviño , con Iglesias o entre la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la ministra de Igualdad, Irene Montero . Algunos miembros socialistas explicaron en anteriores ocasiones que se sienten más cómodos negociando según qué temas con Cs. Una situación que en el flanco de Unidas Podemos del Ejecutivo conocen de sobra.
Rufián les pide que «aguanten»
El peligro a medio plazo, coinciden Podemos y nacionalistas, es que Cs vuelva a ser opción de gobernabilidad para el PSOE e Iglesias se convierta en un líder innecesario o, al menos, no tan determinante como para estar dentro del Gobierno. Así se entiende el grito llamando a la resistencia del portavoz de ERC, Gabriel Rufián , en el primer Pleno de control tras la vuelta del verano. «Les pido que aguanten, porque si aguantan nosotros aguantaremos», le dijo a Iglesias.
En los últimos meses había cobrado fuerza la posibilidad de que Arrimadas se convirtiera en socia del Gobierno para los Presupuestos. Pero Iglesias dio un golpe de timón y puso a ERC y Bildu en el objetivo de Moncloa al convocar su particular ronda de reuniones con quienes considera los aliados estratégicos.
En paralelo, Podemos se emplea en dibujar a Cs en un bloque único con PP y Vox para descartar su apoyo a un «acuerdo progresista». «Han elegido el apoyo de la ultraderecha y el camino del Gobierno de coalición va a ser muy diferente» , le espetó Iglesias a Arrimadas, el pasado miércoles en el Congreso. Una frase que resume el argumentario que los dirigentes morados están usando para abordar la negociación de las cuentas.
«Autodefensa de Podemos»
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar , aseguró la semana pasada que el cambio de estrategia política de Bildu, accediendo a negociar por primera vez con el Gobierno los Presupuestos, responde a una «necesidad de blanquearse» de la vieja Batasuna. Y Podemos lo sabe aprovechar. De igual manera, considera que la maniobra del vicepresidente Iglesias, que le telefoneó antes de citarse con la portavoz de Bildu, responde a «una operación de autodefensa del proyecto de Podemos» , que necesita reconstruir el bloque de la investidura porque asumir un pacto con Cs les dejaría en una situación muy delicada. Una circunstancia que no afecta ni al PSOE, que ya en su día pactó un gobierno con Albert Rivera , ni a PNV, que aprobó los últimos Presupuestos de Montoro con PP y Ciudadanos.
En el diario Deia, Ortuzar insistió en la idea de que Bildu «utiliza» la negociación en Madrid «para salir de la fealdad de su pasado, del agujero negro del que proviene». Además, califica de «enredador por naturaleza» a Iglesias, porque considera que el principal nudo de los Presupuestos está en los problemas «internos» del Gobierno. A su juicio, Sánchez colocaría en una situación «difícil de digerir» a Iglesias si opta por negociar con Cs. El presidente, de momento, no suelta ninguna de las dos barajas.
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