Pablo Iglesias: «Si fuera presidente, convocaría inmediatamente un referéndum»

Posicionarse era obligado, y el líder de Podemos comenzó acusando al Gobierno y «a sus partidos aliados», en alusión a PSOE y Ciudadanos, de «atrincherarse en el búnker» a esperar a que la tormenta pase. De hecho, señaló que le «entristece» que Pedro Sánchez y Albert Rivera se hayan sumado a la estrategia del líder del Ejecutivo. Con los brazos en «jarra» -postura que mantuvo durante la mayor parte de su intervención en el Foro-, Iglesias apenas tardó unos minutos de discurso en asegurar que Cataluña es una «nación» y en defender -está convencido- que «la mayoría de catalanes querrá continuar» en su «proyecto de país» . Pedro Sánchez Albert Rivera

El secretario general de Podemos se reivindicó como «la única garantía de la unidad de España» por tener una propuesta a la que no «le sobra» la mitad de los catalanes. Una propuesta que ya defendió el 27 de septiembre y que no le dio los réditos electorales esperados: el resultado fue «enormemente decepcionante», en palabras del propio Iglesias la misma noche electoral. Su plan para resolver el problema soberanista es la celebración de un referéndum en el que los catalanes puedan decidir su relación con España : «Si soy presidente, lo haría inmediatamente si soy presidente del Gobierno. Diría a Artur Mas que se acabó la diversión, que van a votar los ciudadanos», indicó, haciendo esfuerzos por no fruncir el ceño, como le insiste su equipo de campaña. las posiciones «inmovilistas no tienen sentido»

Iglesias insistió en que una consulta pondría fin a la «trampa» del todavía presidente catalán en funciones, y ese «juego del gato y el ratón» por el que unos hacen «declaraciones políticas de escasos efectos» y otros las recurren al Tribunal Constitucional (TC) en una estrategia «torpe, miope y cobarde que repite errores del pasado». El líder de Podemos defendió que el TC «no está para resolver problemas políticos» y, haciendo gala de un legado socialdemócrata del que se autoproclama heredero, quiso «hacer un reconocimiento» al expresidente socialista del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y al Estatut catalán que impulsó en 2006. «Hubiera servido para avanzar en la convivencia», defendió Iglesias, pese a que el texto de reforma que aprobó entonces el Parlamento catalán desbordaba en varios puntos la Constitución. todos los referéndums son políticamente vinculantes

Tras el elogio a Zapatero, acusó al PP de «echar gasolina al fuego» por emprender entonces una recogida de firmas para recurrirlo al TC, que acabó declarando 14 artículos inconstitucionales. «Muchos de los que recogieron esas firmas firmarían ahora el Estatut», se jactó Iglesias, y fue más allá: «La solución no es decir que la ley está por encima de la democracia».

La sangría que sufrió Catalunya Sí que es Pot , la marca en la que se incluía Podemos en los comicios catalanes, obligó a la dirección del partido a intentar cortar la hemorragia antes de las generales. Ni siquiera se había cerrado -ni votado entre las bases- su programa electoral, pero en la rueda de prensa en la que Iglesias tenía que admitir los malos resultados de su partido ya vendió su medida estrella para el 20 de diciembre: una consulta vinculante sobre la secesión en Cataluña.

El referéndum se incluye entre las cinco reformas constitucionales que propone Podemos para el 20-D, por lo que serían «todos los españoles» quienes tendrían que dar su apoyo a que el «derecho a decidir» sea reconocido en la Carta Magna. Pero también aseguró que si fuera presidente convocaría una consulta «inmediatamente». « El Gobierno cuenta con mecanismos suficientes para iniciar una consulta , y cualquier referéndum es políticamente vinculante», indicó, dejando entrever que no es necesario esperar a la reforma constitucional.

Las dudas sobre el calendario de Iglesias con respecto al derecho a decidir lo obligaron a añadir matices en declaraciones a los medios a su salida del Foro ABC: «Es ineludible preguntar a todos los españoles, como también lo es a todos los catalanes. Tienen que ser dos procedimientos simultáneos». Pero, ¿qué ocurre si España vota “no”? «Lo que hay que votar son cambios constitucionales y uno de ellos es la necesidad de resolver por vías democráticas la cuestión territorial», se limitó a contestar.

En cualquier caso, la estrategia de Iglesias no es otra que «hacer una España atractiva para los catalanes». «No tenemos miedo de que voten, porque estamos seguros de que dirían “continuemos juntos», defendió. Para el líder de Podemos, la principal fuerza de España es su «plurinacionalidad» y rechazó que otorgar el derecho a decidir al pueblo catalán sea equivalente a que cualquier territorio pudiera sumarse a esa reivindicación: «En Cataluña es una realidad y es un sentimiento suficientemente amplio como para que le pongamos cauces democráticos», sostuvo.

Estamos en campaña, e Iglesias aprovechó cada intervención para arremeter contra el PP y contra Mariano Rajoy por su «inmovilismo» frente al órdago independentista.

El líder de Podemos aseguró que «nadie ha estado tan cerca de romper España como el PP» . Ni siquiera quienes aprobaron el lunes la resolución soberanista en el Parlamento catalán. Para Iglesias, los populares son «una fábrica de independentistas». E incluso se atrevió a prever que, «tras cuatro años más de Gobierno de Rajoy, a lo mejor hasta Valladolid se quiere independizar de España».

Sí reconoció que Carme Forcadell -elegida presidenta del Parlamento catalán con el apoyo de cinco diputados de la candidatura de Podemos- «no ha estado fina» en sus primeras decisiones, que han servido para impulsar el proceso soberanista. «Un Parlamento tiene que funcionar para que puedan intervenir todos», defendió, y justificó el apoyo en la «lealtad institucional». «Su actuación ha sido profundamente decepcionante», insistió.

Iglesias considera que quienes «disfrazaron de plebiscito» los comicios del 27 de septiembre, «no obtuvieron el apoyo necesario» para iniciar la declaración unilateral de independencia. «No hagan trampas. No parece muy lógico que un Parlamento que no puede elegir un presidente pueda declarar la independencia», defendió.

También aprovechó el líder de Podemos para revelar parte del contenido de la conversación que mantuvo por teléfono la noche del lunes con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Iglesias arguyó que «todo el mundo está enloquecido» con la posiblidad de que el Ejecutivo aplique el artículo 155 de la Constitución y suspenda la autonomía catalana, pero que «ni el Gobierno está pensando en enviar a los Mossos, la Guardia Civil y el Ejército» a Cataluña. Cuando Santamaría le habló de la suspensión, Iglesias no la dejó terminar y le preguntó si pensaba suspender la autonomía. «No, no, no», aseguró que le respondió ella, que se refería únicamente a la resolución aprobada por el Parlament. «No hay atajos ni medidas de fuerza. Actuar a lo bruto es un despropósito», defendió.

Iglesias acudió al Casino de Madrid acompañado de su equipo de prensa y algunos miembros del partido, como el secretario de Relaciones con la Sociedad Civil, Rafa Mayoral -que sorprendió con corbata-, la responsable de Movimientos Sociales, Irene Montero, o la candidata al Congreso de los Diputados, Noelia Vera. El resto de invitaciones que correspondían al partido las cedió a miembros de ONGs y organizaciones sociales. A la salida, Iglesias aseguró que no pisaba el Casino desde que acudió a que le impusieran una beca, y agradeció su invitación al Foro ABC: «Allí donde haya una tribuna y periodistas dispuestos a hacer preguntas, yo estaré encantado», señaló.