Que la humillación sea delito es «innegociable» para las víctimas

La difusión ayer del texto de la Proposición de Ley con la que el partido de Pablo Iglesias pretende activar reformas penales en materia de libertad de expresión ha colisionado con el rechazo de las asociaciones de víctimas, -Covite, AVT, Fundación de Víctimas del Terrorismo y Dignidad y Justicia- que ven en el 578 no una herramienta a extinguir, sino pendiente de reforzar para acabar con los homenajes que en el País Vasco y Navarra se repiten para festejar a los asesinos de sus familiares.

Han sido 151 los actos de este tipo desde 2016, según el Observatorio de Radicalización que mantiene el Colectivo de Víctimas del terrorismo (Covite), que reprocha a Podemos estar obviando «deliberadamente» estos hechos en su intentona por borrar el enaltecimiento como delito penal. Una eliminación que los socios de Pedro Sánchez justifican, entre otros, argumentando que «ni ETA ni Grapo ni su entorno están ya activos», lo que para Covite es incierto. «Quedan decenas de terroristas por detener (...), siguen hoy igual de activos en la legitimación del terrorismo etarra que cuando ETA mataba».

Desde la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), la reivindicación frente a la iniciativa de Podemos es la misma que vienen defendiendo hace años: «Una modificación del Código Penal, pero en sentido inverso», esto es, para endurecer la sanción contra los homenajes a criminales «y que no se produzcan, porque el impacto psicológico en las víctimas es tremendo». Lo dice Carmen Ladrón de Guevara, abogada de la AVT, que incide en lo imprescindible de mantener la humillación a las víctimas como delito, única vía por la que los tribunales están admitiendo hoy en día las denuncias que interponen contra las ceremonias públicas de bienvenida a los expresos de ETA.

En relación al enaltecimiento, la batalla de la AVT es la de recuperar el contenido del tipo penal, prácticamente vaciado después de que el Tribunal Constitucional dictara en 2016 una sentencia en la que amparaba limitar la libertad de expresión sólo en caso de que exista riesgo cierto de violencia. «Mientras ETA seguía existiendo abiertamente, sirvió, por ejemplo, para condenar a Tasio Erquizia, pero a partir de que ETA dijo que dejaba la violencia tenemos esa vía penal muy cerrada», explica Ladrón de Guevara, que añade que sí sigue funcionando en relación con en enaltecimiento yihadista.

Al margen, la AVT pelea por multiplicar los mecanismos legales contra el enaltecimiento en el ámbito de lo adminsitrativo, con reformas de la Ley de Víctimas del Terrorismo, «para que prevea sanciones graves contra las Corporaciones Locales que lo permitan ; la que regula el Derecho de Manifestación, para que se prohíban las que tengan ese fin y la de Seguridad Ciudadana de 2015, para que se habiliten sanciones contra quienes organizan ese tipo de actos», precisa la abogada.

Desde la Asociación Dignidad y Justicia, su presidente, Daniel Portero ha subrayado que el artículo 578 «es plenamente constitucional y ante un ejercicio ilegítimo de la libertad de expresión que pone en peligro el orden público y la paz social o lesiona el derecho al honor y la dignidad de las víctimas del terrorismo, es constitutivo de delito», lo que -recuerda- emana de la sentencia de 2016 del TC que confirmó la ya mencionada condena a Erquizia, procedimiento que fue iniciado precisamente por Dignidad y Justicia. «¿Cómo pueden estar solicitando la derogación del enaltecimiento del terrorismo y a a vez querer implantar y penalizar el enaltecimiento del franquismo» , se ha preguntado Portero en alusión a Unidas Podemos.

En nombre de la Fundación Víctimas del Terrorismo, su presidente, Tomás Caballero , lamentó los «momentos muy tristes y desalentadores para las víctimas del terrorismo ante los que nos encontramos». «En relación a la proposición de ley que este martes ha registrado Unidas Podemos en el Congreso, y que está en línea con la anunciada reforma del Gobierno en materia de libertad de expresión…, me pregunto a qué es debido este interés en destipificar delitos actualmente contenidos en el Código Penal y que tanto dolor causan a las víctimas del terrorismo y a la sociedad de bien en general», reflexionó en alusión a los delitos de enaltecimiento y humillación.

« Resulta evidente que si no se cometen no se aplican . Dónde está el problema?», inquirió Caballero, que también incidió en que «los actos de homenaje y apoyo a los terroristas a su salida de prisión» son constantes, como lo denuncian los colectivos de víctimas precisamente en base al artículo del Código Penal que se pretende suprimir.

«La eliminación del delito de humillación a las víctimas del terrorismo supondría un total desamparo hacia ellas», advirtió.

No obvió el presidente de la FVT la referida afirmación de Podemos sobre la presumible inactividad de ETA. Tal consideración, señaló a este diario, supone «limitar ingenua o perversamente el alcance del terrorismo, observando la situación de apoyo al mismo que todavía se vive en zonas de España, y también de la realidad existente y lamentablemente vigente del terrorismo yihadista».