La huelga de jueces del 18-F gana apoyos tras el fracaso de la reunión con Bermejo
El ministro se reúne hoy con los fiscales, que esperan «responsabilidad» del Gobierno frente a sus peticiones
La clave está en ver el vaso medio lleno o medio vacío. Las cuatro asociaciones de jueces que el pasado lunes se sentaron a negociar con el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, hacen un análisis diferente del resultado del encuentro pese a la valoración pública conjunta pactada tras el mismo. De ahí que sea diferente también la opinión de cada una de ellas respecto a cuál debe ser el calendario de movilizaciones.
Si bien el documento que las cuatro asociaciones (Asociación Profesional de la Magistratura, Jueces para la Democracia, Francisco de Vitoria y Foro Judicial Independiente) firmaron el pasado día 12 establece como fecha para la huelga de los jueces el 26 de junio con el fin de agotar la vía de la negociación con el Ministerio, la reunión del lunes con Bermejo ha acabado con la paciencia de las dos últimas, que no descartan adelantar la convocatoria del paro bien al 18 de febrero, bien a otra fecha intermedia (que sitúan en marzo o en abril). Esta decisión, en cualquier caso, deberá ser sometida por ambas asociaciones a votación entre sus afiliados.
Francisco de Vitoria y Foro creen que Bermejo «no dio nada ni se tomó en serio la reunión». «Fue una tomadura de pelo; no nos pasaron ni un papel, ni una propuesta», añaden. Conscientes de la importancia de mantener la unidad de las cuatro asociaciones para hacer más fuerza en un momento crucial para la Administración de Justicia, explican, sin embargo, que «ya está resultando difícil contener a los asociados», que esperaban más de la reunión con Bermejo.
«Cautela y prudencia»
El análisis de APM y JpD es más optimista, pues creen que Bermejo «se mostró receptivo». «Es la primera vez en veinte años -aseguró Antonio García, portavoz de la APM,- que oigo a un ministro hablar de dinero y de tiempos». No obstante, García es partidario de mantener una postura «cautelosa y prudente», pues hay cosas que necesitan ser concretadas en reuniones posteriores. A su juicio, este primer encuentro no ha sido más que una toma de contacto en la que al menos se ha visto que el Ministerio está dispuesto a negociar. En los próximos días está previsto que se reúna la Comisión Interasociativa Permanente (CIP), que integran las cuatro asociaciones, para analizar esta primera reunión con Bermejo así como los siguientes pasos. Será en el seno de la CIP donde salgan a relucir las diferencias entre los partidarios de agotar la negociación y los que quieren adelantar la huelga.
Pero, con independencia de lo que piensen las asociaciones (que representan la mitad de los jueces), el paro sigue en pie el 18 de febrero en «plazas» tan importantes como Madrid, Barcelona y Sevilla. Gerona se sumó ayer.
Bermejo seguirá hoy su ronda de contactos. Es el turno de las tres asociaciones de fiscales, que también pondrán sobre la mesa una tabla de reivindicaciones consensuada. Entre otras, aumento de la plantilla, dotación de infraestructuras a las fiscalías, incorporación de nuevas tecnologías, creación de una «oficina fiscal» coordinada con la judicial, conciliación entre la vida laboral y familiar, sustituciones voluntarias y remuneradas y, por último, un incremento salarial que podría «escalonarse» durante la crisis.
Los fiscales, que piden al Gobierno «un ejercicio de responsabilidad», no descartan ninguna medida si las negociaciones no llegan a buen puerto. De momento, sin embargo, no quieren hablar de huelga.
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