La Guardia Civil pide que se amplíe la búsqueda del 'Ángeles Alvariño', que ha costado ya 400.000 euros

Poco antes de las diez de la noche del 27 de abril navegó –no más de tres millas– y lastró los cuerpos en los dos petates con el ancla de su embarcación. Después regresó a puerto, fue interceptado pasadas las once por el Servicio Marítimo en la bocana, compró un cargador y llamó por última vez a Beatriz, la madre de las pequeñas, para decirle que nunca más iba a verlas . A continuación, pasada la una y media de la madrugada, él se lanzó al agua en la misma zona, también lastrándose.

El 'Ángeles Alvariño' encontró a media tarde del jueves el cuerpo de Olivia, la niña mayor, de seis años , tras peinar una y otra vez un fondo marino de diez millas, en un espacio muy próximo a la costa, a unas tres millas. Tres días antes, el lunes 7 habían hallado la botella de oxígeno propiedad de Gimeno y la funda de un edredón nórdico recubriéndola. Ambos objetos fueron reconocidos por los familiares del padre de las niñas.

Ese hallazgo se produjo solo unas horas antes de que acabara la búsqueda del buque, autorizada por la juez tras presentarle los investigadores un informe sobre el coste y las posibilidades de éxito de la misión. Eran remotas, pero merecía la pena intentarlo, pese a que es inédito este uso para encontrar a personas desaparecidas . Hasta el día 8, cuando terminaba su exploración el coste de esos trabajos era ya de 300.000 euros, según las fuentes consultadas por ABC, más de 30.000 euros por día .

La juez prorrogó ese rastreo, a partir del 8 y hasta el día 14, con ese mismo coste por día. Hoy, tras lograr dar con el cuerpo de Olivia, los investigadores han vuelto a pedir más días, más plazo. «Hay que intentar como sea encontrar a la pequeña Anna», señalan. Si hallan el cuerpo de Gimeno servirá a Beatriz, su expareja, para cerrar el círculo, pero los agentes no lo necesitan para poder reconstruir lo que ocurrió aquella noche de pesadilla.