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La Guardia Civil atribuye a Rovira la logística del referéndum ilegal de Cataluña

El último informe también implica a la jefa de campaña de Puigdemont, Elsa Artadi, en la organización: pactó la fecha de la convocatoria del 1-O

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, en el Parlament
Nati Villanueva

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Un informe ampliatorio de la Guardia Civil que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ya tiene sobre la mesa atribuye a la secretaria general de ERC, Marta Rovira , un papel clave en la preparación del referéndum ilegal del pasado 1 de octubre. La Policía Judicial asegura que, junto con Junqueras, Rovira controló personalmente la logística del 1-O, lo que apuntala los indicios contra ella de cara a la declaración que la líder independentista tiene que prestar ante el magistrado el próximo lunes.

De los análisis de la conversaciones intervenidas se desprende que el número dos de Junqueras, Josep Maria Jové , actuó bajo las órdenes del exvicepresidente de la Generalitat y de la secretaria general de Esquerra y que ninguno de los líderes independentistas ocultó su preocupación por no contar con la colaboración de todos los ayuntamientos en el plan secesionista. De las grabaciones se concluye que Jové y Antoni Comín -exconsejero huido- daban cuenta de su actividad y recibían instrucciones de la cúpula de ERC , «especialmente de Marta Rovira, de Oriol Junqueras y de Jordi Turull», exconsejero de la Generalitat hoy en libertad bajo fianza.

«El tema de los alcaldes»

El informe señala que Jové y Comín «estuvieron inmersos tanto en conseguir locales donde instalar los colegios electorales -para lo que realizaron consultas y gestiones con entidades municipales afines a la celebración de esa consulta ilegal - como para buscar instalaciones alternativas donde ubicar las mesas electorales en aquellos municipios donde no contaban con este apoyo». Además, se estaba preparando un plan alternativo para el caso de que algún ayuntamiento con el que inicialmente se contaba, se echara atrás ante ante la «presión judicial».

Tal era la preocupación por la entrega de los regidores a la causa independentista que, el 4 de septiembre, Marta Rovira convocó a Jové a una reunión para tratar «el tema de los alcaldes». Fue a las nueve y cuarto de la mañana. Esa noche, a las diez y media, se registró una nueva conversación telefónica entre Rovira y Jové en la que la primera le comenta que había hablado con «el Andreu» y «la Carme» -la Guardia Civil cree que se refiere a la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell- para preparar «lo del día 6» (presumiblemente en referencia a la aprobación de la ley del referéndum por el Parlament).

Al día siguiente Jové volvió a contactar con Rovira para seguir debatiendo sobre el asunto de los locales y la colocación de las mesas electorales. En esa conversación queda clara la incertidumbre de ambos ante la postura que adoptará el Ayuntamiento de Barcelona. Los organizadores del referéndum barajaban dos escenarios allí: en el primero, el que denominaban Plan A, el Consistorio colaboraba con sus locales. En el plan B tendrían que buscar locales alternativos. Decidirían la puesta en marcha de uno u otro plan el jueves 7, es decir, el día siguiente de la aprobación de la ley del referéndum. Finalmente, Rovira le dijo que trabajasen en el escenario del Plan A y el jueves «veremos lo que pasa». Jové le transmitió entonces que, tras las reticencias de una decena de municipios, ya había resuelto la ubicación de los colegios electorales y que «votarán apretados», pero tampoco había «muchas más alternativas».

Por otro lado, la Guardia Civil también señala en su último informe a Elsa Artadi , diputada en el Parlament y jefa de campaña de Carles Puigdemont. Las intervenciones telefónicas reflejan que, el 6 de septiembre, Artadi, actual portavoz de Junts per Catalunya (JuntsXCat), habló con Jové para acordar un punto fundamental del «procés» independentista: «Saber con qué fecha se publicaría el decreto de convocatoria del referéndum».

Los investigadores sostienen que Artadi y Jové acordaron la firma del decreto y su publicación «para activar cosas», como las cartas que el número dos de Oriol Junqueras «tenía que enviar a todos los alcaldes para conocer la disponibilidad de locales para la votación». Esa carta fue suscrita por Carles Puigdemont y Oriol Junqueras.

En concreto, Artadi llamó a Jové a las 23.36 horas del 6 de septiembre de 2017, mientras se votaban los decretos de las leyes de desconexión en el Parlamento catalán. El consejero de Presidencia, Jordi Turull, le había dicho que fuese Jové quien supervisase si fuera el mismo 6 o el 7. Jové le dijo en esa charla que estaban preparados para enviar las cartas a los ayuntamientos, con fecha del día 6, por lo que debía publicarse ese mismo día.

Tres minutos después, Artadi comunicó a Jové que el decreto se publicaría en una hora, pero con fecha del día 6.

La Guardia Civil también ha encontrado rastro de la participación de Artadi en el proceso de construcción de las estructuras de la «República» en una llamada suya al que fuera secretario de Hacienda, Lluis Salvadó, en la que hablaron de la creación de la Hacienda catalana y de la importancia de que los funcionarios sepan que les necesitan para poder recaudar.

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