Los grupos mafiosos en España duran tres años y mueven drogas

Y es tan rentable que, pese a la presión policial y la evolución de fiscales y jueces en el tratamiento penal, no para de crecer. El año pasado se identificaron 504 grupos de crimen organizado, frente a los 440 de 2015, por ejemplo. De esos fueron desarticulados 280 y detenidos 5.476 miembros, según datos del Ministerio del Interior. El 68 por ciento tenían actividad internacional y casi en el mismo porcentaje estaban compuestos por más de una nacionalidad. Porque ese es otro de sus sellos de identidad.

La delincuencia más especializada no solo es «policriminal», es decir, se dedica a más de una actividad ilegal, sino que también recluta en sus filas a individuos de cualquier parte con el único nexo de unión de dar esquinazo a la ley.

La radiografía aporta más datos en ese sentido. Solo el 21 por ciento de las bandas detectadas estaban formadas íntegramente por españoles. Ganan tanto en tan poco tiempo que su duración es bastante corta: menos de tres años. Pasado ese tiempo «o se dispersan o son desarticulados», según fuentes del Citco.

Las drogas siguen siendo el negocio más rentable, el más suculento, y España, una de las principales puertas de entrada (aunque los puertos holandeses y belgas han tomado el relevo con un cambio de rutas continuo).

El 65 por ciento de estas multinacionales del crimen se dedica al tráfico de estupefacientes , con una enorme subida de la marihuana, sobre todo en Cataluña y, en menor medida, en Andalucía, y con el tráfico de hachís superando al de cocaína. De los 280 grupos desarbolados, 194 estaban especializados en hachís y 109 en cocaína. Le siguen los que viven de las estafas, otro de los grandes quebraderos de cabeza que la pandemia ha disparado en Internet. El Covid, dicen los expertos, ha frenado por contra otros tipos delictivos como los robos con fuerza y con violencia, que ya bajaron en 2019 y este año mucho más.

«Pero Internet es el paraíso para los cibercriminales de las estafas y el blanqueo y hay una enorme preocupación en toda Europa; igual que con la pornografía infantil, que se ha disparado», dicen las fuentes consultadas.

Los criminales se reinventan. Está ocurriendo con las drogas sintéticas. Cada vez se incautan menos pastillas (antes importadas) pero más precursores y componentes para elaborarlas en laboratorios autóctonos.