¿El último mitin de Griñán?

Eso, si finalmente el PP de Javier Arenas logra la mayoría absoluta el domingo 25 de marzo, que es a lo que se agarra el entorno del todavía presidente andaluz, en la esperanza de un pacto in extremis con IU que le salve la cara.

Griñán, que ha tenido una campaña más que dura por el escándalo de los ERE´s falsos y luego el estallido del «caso Invercaria», se retirará de la política si pierde. El futuro del PSOE-A dependerá de por cuanto sea esa pérdida. Porque el socialismo andaluz, fuertemente dividido desde la desastrsa sucesión de Manuel Chaves en la persona de Griñán, no ha hecho sino empeorar esa división al hilo del 38 Congreso Federal del partido.

Fue el propio presidente andaluz el que resistió las presiones de Alfredo Pérez Rubalcaba para que convocara los comicios el 20-N, junto con las elecciones generales. Y lo hizo al precio de dividir la organización andaluza en sectores cuasi irreconciliables.

Si finalmente se va, que no será del todo, porque ocupa el cargo de presidente del PSOE, la incógnita estriba en cuál de los dos sectores logrará imponerse en el congreso regional. Parece claro que Rubalcaba apostará inicialmente porque sea Micaela Navarro, consejera del Gobierno de Griñán en la Junta, y al quien el propio presidente andaluz no ve con malos ojos, quien lidere la oposición a Javier Arenas.

Pero el núcleo de poder creado en estos tres últimos años por su «número dos», en estos tres últimos años, la secretaria de Organización , Susana Díaz, y el portavoz en el Parlamento Andaluz, Mario Jiménez , no van a poner fácil el acceso de Micaela Navarro al poder.

Anque Grñan se retire, Díaz y Jiménez han confeccionado unas listas electorales plagadas de enemigos de los Chaves, Gaspar Zarrías, Luis Pizarro y José Manuel González Cabaña , que van a dar algún que otro dolor de cabeza en Ferraz.