Los gobiernos de Sánchez son 20 veces menos transparentes que los de Rajoy
El PP ignoró el 0,7% de las resoluciones de Transparencia; el PSOE lleva dos años incumpliendo el 14%
Más de 30 veces aparece la palabra «transparencia» en el programa electoral con el que Pedro Sánchez se presentó -y ganó- las dos últimas elecciones. Y otra docena de veces en el acuerdo que firmó con Unidas Podemos para formar el ... actual Gobierno de coalición. Pero la realidad es que el Ejecutivo que más presume de transparencia es el que menos se la aplica a sí mismo desde que ésta se puede medir con estadísticas oficiales.
Los datos de referencia para hacer esa comparación son los que ofrece el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG), el organismo independiente que resuelve las reclamaciones de los ciudadanos que solicitan información pública a través del Portal de Transparencia. Cuando las administraciones deniegan esa información por distintas razones, los solicitantes pueden recurrir al CTBG para reclamar. En muchos casos, este organismo les da la razón e insta a las administraciones a que cumplan con su obligación de informar.
Hasta que Sánchez llegó al Gobierno a mediados de 2018, el Ejecutivo central y sus ministerios no ignoraban prácticamente ninguna de las resoluciones del CTBG. Ya con Sánchez en La Moncloa, esos incumplimientos se han convertido en una práctica habitual.
El Consejo de Transparencia se puso en marcha en 2015 y desde entonces recoge cada año, entre otros datos, cuántas de sus resoluciones incumple el Gobierno de turno. Según esas estadísticas oficiales, durante los tres primeros años de este organismo (2015-2017), el Ejecutivo de Rajoy recibió 662 resoluciones del CTBG, de las que sólo dejó de atender dos. El resto las cumplió o las recurrió ante los tribunales.
Ya en 2018 se dispararon los incumplimientos coincidiendo con la llegada de Sánchez al Gobierno. Ese año la Administración central recibe 351 resoluciones del CTBG e incumple hasta 24 en un solo ejercicio, frente a las dos escasas que había dejado de cumplir en los tres años anteriores con el PP.
Pero más opaco todavía fue en 2019, el primero año completo de Sánchez gobernando en solitario, cuando su Ejecutivo ignoró hasta 64 resoluciones del Consejo de Transparencia, lo que supone el récord de incumplimientos hasta la fecha. Y no tiene excusas para semejante desprecio a este organismo , ya que no había pandemia y el volumen total de reclamaciones que el Gobierno debía atender ese año fue muy similar al anterior (414 frente a 351).
En esa misma línea de ignorar al organismo que vela por la transparencia de las administraciones públicas persistió el año pasado el nuevo Gobierno de Sánchez, ya compartido con Unidas Podemos. Durante 2020, el último ejercicio completo con datos sobre incumplimientos y el primero del actual Ejecutivo de coalición, éste recibió 296 resoluciones del CTBG , de las cuales incumplió nada menos que 41, sin contar las que derivó a los tribunales. Es decir, en sus dos únicos años completos como máximo responsable del Gobierno, Sánchez ignoró al Consejo de Transparencia hasta 105 veces , mientras que Rajoy sólo lo hizo en dos ocasiones en sus tres últimos ejercicios como presidente.
Cada vez más opaco
Más ilustrativa es la comparación en términos porcentuales, que retrata a Sánchez como el campeón indiscutible de la opacidad y la falta de transparencia. Durante los dos primeros ejercicios del CTBG, los incumplimientos de Rajoy fueron del 0% y sólo en su último año entero (2017) repuntaron al 0,7%. En el primer medio año de Sánchez como presidente, los incumplimientos se multiplicaron por diez y rozaron ya el 7%. Pero en los dos años siguientes (2019 y 2020) lo volvió a duplicar con creces hasta el 15,5% y 13,9%, respectivamente.
Puesto en perspectiva, el año que Rajoy incumplió más resoluciones del CTBG sólo lo hizo en el 0,7% de los casos, mientras que Sánchez lleva dos años seguidos en torno al 14%, lo que demuestra que este Gobierno ignora al Consejo de Transparencia 20 veces más que los últimos del PP. Y eso que el programa electoral de Sánchez presumía de que «toda la información pública debe ser conocida por la ciudadanía» y que «la transparencia aporta mayor legitimidad a un Gobierno Abierto y significa un instrumento clave para la prevención de la corrupción y para la rendición de cuentas». No parece que predique mucho con el ejemplo.
Pese a la opacidad que evidencian esos datos, Pedro Sánchez y sus socios de Unidas Podemos aprobaron hace un año más promesas en este sentido con el denominado IV Plan de Gobierno Abierto España 2020-2024 . Una vez más, el Ejecutivo de PSOE y Podemos se compromete en este documento a «mejorar y reforzar la transparencia y rendición de cuentas», justo lo que no hacen con el principal organismo público que se encarga de ello en nuestro país.
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