El Gobierno quiere relajar la tensión con Ciudadanos y mira ya a los Presupuestos

«Vamos a llevarnos bien...» . Así resumen en el entorno de Rajoy la actitud que pretenden tener con su socio principal, Ciudadanos, a pesar del «bandazo» que dio el jueves el Congreso al abstenerse sobre el decreto ley, cuando se había comprometido a votar que sí. «Ciudadanos sigue siendo un socio de referencia para el Gobierno», subrayó el ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo , cuando se le preguntó ayer si el partido de Albert Rivera seguía siendo el socio preferente para el Ejecutivo. Esa misma tarde, Rajoy reiteró su disposición al diálogo y al pacto : «Yo no voy a reprochar nada a nadie», zanjó.

De puertas adentro, en La Moncloa siguen pensando que la derrota del jueves en el Congreso pudo suponer un punto de inflexión en esta legislatura , y quizás un primer paso que llevaría a unas nuevas elecciones. Si el «palo» al Gobierno se repite más veces, el camino hacia la disolución quedaría despejado, advierten las fuentes consultadas. Pero esa sigue siendo una hipótesis que Rajoy prefiere mantener alejada, porque se pondría en riesgo la estabilidad interna y perjudicaría a la imagen de España en el exterior.

Precisamente, el Gobierno reconoció ayer que la derogación del decreto ley de la estiba, que venía impuesto por la Unión Europea y obedecía a una sentencia del Tribunal de Justicia europeo, «afecta a la imagen de España y los españoles» . Justo en un momento, además, de grandes incertidumbres en Europa, mientras que España se ve como ejemplo de estabilidad y crecimiento.

Por eso, cuando se inquiere a los miembros del Gobierno si el varapalo en el Congreso aumenta el riesgo de unas nuevas elecciones, la respuesta en público es taxativa: «No». «No va a haber adelanto electoral, el Gobierno va a seguir gobernando y va a continuar con los planes que tenía», explicó el portavoz.

Entre esos planes está volver a intentar aprobar la reforma de la estiba , pero también llegar a un acuerdo para aprobar los Presupuestos Generales de 2017, aunque sea con más de medio año de retraso.

Méndez de Vigo recordó que el decreto ley de la estiba deriva de una condena del Tribunal de Justicia europeo , por no adoptar la directiva para liberalizar el sector de forma correcta. Se impuso una multa a España de 21 millones de euros, que podría haberse condonado si se hubiera convalidado el decreto ley. Como se rechazó, una nueva sentencia del Tribunal podría traducirse en una multa diaria de 134.000 euros.

Por eso, el Gobierno no tiene otra opción que intentarlo de nuevo . Aquí no cabe meter la iniciativa en un cajón, porque la UE no lo permite. «No existe una UE a la carta, si estamos ahí es para todo», comentó el ministro de Economía, Luis de Guindos. En esta situación, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna , se pondrá en contacto con todos los portavoces parlamentarios para ver cómo se puede aprobar la reforma y lograr un «acuerdo satisfactorio». Según el ministro portavoz, existe un margen de maniobra, pequeño, eso sí, para lograr un respaldo mayoritario en el Congreso. Méndez de Vigo llamó a la reflexión y la responsabilidad política a todos los grupos de la Cámara, porque están en juego «los intereses generales» y la aprobación de la reforma «beneficiará a la imagen exterior de España».

Respecto a los Presupuestos, el Gobierno de Rajoy no cambiará sus planes, pese a la dificultad de un acuerdo en este momento. La previsión de La Moncloa es que el Consejo de Ministros apruebe el proyecto de ley el viernes 31 de marzo, y la semana siguiente los llevaría al Congreso de los Diputados. El primer gran debate presupuestario sería un mes después , y ahí el Gobierno se la jugará ya que necesitará una mayoría suficiente para frenar los vetos que presenten los grupos, entre otros el del PSOE.

El Gobierno está dialogando «con todos los grupos » para buscar un acuerdo sobre las cuentas públicas. En principio espera tener el apoyo de Ciudadanos, pero después de la votación del jueves pasado ya nadie se atreve a darlo por hecho en La Moncloa. A día de hoy, fluye mejor la relación del Gobierno con el PNV que con Ciudadanos, a pesar del acuerdo de investidura de 150 puntos que suscribieron los partidos de Rajoy y Rivera.

El acercamiento entre el PP y el PNV ya se ha hecho notar en el País Vasco, con el respaldo de los primeros a los Presupuestos autonómicos de los nacionalistas vascos. En el Congreso, el Gobierno valora el «sí» de los cinco diputados del Grupo vasco al decreto ley de la estiba, y el cumplimiento de la palabra dada.

Los contactos entre el Gobierno y el PNV se está produciendo a todos los niveles . Rajoy ha hablado con Andoni Ortuzar, presidente de este partido, y con el portavoz en el Congreso, mientras que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, está teniendo contactos con los diputados, pero también con el Gobierno vasco. Las «sensaciones», ahora mismo, son positivas, según reconocen en el entorno de Rajoy.

El Gobierno también espera contar con el apoyo de la única diputada de Coalición Canaria , Ana Oramas, a pesar de su voto en contra en el decreto ley de la estiba. Con el PP, Ciudadanos y Coalición Canaria, el Ejecutivo de Rajoy sumaría 175 votos, suficientes en este caso para que los vetos a los Presupuestos no prosperen.