El Gobierno intenta provocar en el Congreso otra «algarada» del PP

Desde el Gobierno, sin embargo, se intentó poner en evidencia al PP. Sobre todo durante la intervención de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que no ahorró en provocaciones a los diputados populares, a los que llamó "asilvestrados" y "pájaros de mal agüero", entre otros "piropos" que no dejaron indiferente a la oposición. De hecho, cuando empezaron a protestar, el presidente del Congreso sobreactuó, cortó a la vicepresidenta y advirtió con tono severo y de manera desproporcionada (si se compara con otras sesiones de control) a la bancada del PP: "Se puede ser tan firme en los principios como tan correctos en las formas, que es lo que los españoles nos piden. Tenemos un reglamento que ha de ser respetado. Les ruego cumplan las normas que nos hemos dado".

En los escaños de la oposición apenas hubo más protestas, y tampoco se produjo ninguna bronca, a pesar de que De la Vega se había encargado de decir que los españoles no confían en un partido "que sólo es capaz de montar algaradas y decir no a todo". La portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, había pregunta a la vicepresidente primera en qué cree el Gobierno después de aprobar "el decretazo del desengaño y de haber fallado a todo el mundo".