Hazte premium Hazte premium

El Congreso allana el camino a los Presupuestos entre vetos cruzados de Ciudadanos y ERC

Las presiones de Podemos y del independentismo desbaratan los planes del Gobierno de lograr unas cuentas «de unidad»

La ministra defiende un acuerdo amplio en el debate de las enmiendas a la totalidad Efe / Vídeo: El proyecto de PGE emprende su tramitación parlamentaria al rechazar el Congreso las enmiedas a la totalidad - Atlas
Juan Casillas Bayo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El Congreso de los Diputados ha rechazado las siete enmiendas a la totalidad presentadas contra los Presupuestos Generales del Estado (PGE) con 150 votos a favor, 198 en contra y ninguna abstención. Una votación que allana el camino del Gobierno hacia las cuentas estatales, aunque el Ejecutivo se resiste a desvelar quiénes serán sus compañeros de viaje definitivos. Hoy ha quedado claro que Ciudadanos (Cs) no coincidirá con ERC ni EH Bildu , pero la ministra de Hacienda, María Jesús Montero , ha fantaseado con un acuerdo «de unidad» que los haga a todos compatibles.

El PP , Vox , Junts , la CUP , Coalición Canaria , el BNG , Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro han intentado tumbar la mera tramitación de los Presupuestos por considerarlos nocivos para España, pero el Ejecutivo acudía a la jornada de hoy con los apoyos garantizados para superar este primer trámite. El mismo en el que ERC sentenció a muerte al primer Gobierno de Pedro Sánchez a comienzos del 2019, provocando el adelanto electoral del 28-A. Ahora, parece que el presidente logrará por fin sacar adelante sus primeras cuentas, tras más de dos años viviendo de las rentas.

Las tres próximas semanas serán determinantes para despejar la incógnita de cuántos apoyos aglutina el Gobierno. Con el debate de hoy, parece imposible que Sánchez retenga los 198 votos que han avalado la tramitación presupuestaria. Se abre ahora el debate de las enmiendas parciales y por dónde se mueva el Ejecutivo será decisivo. De primeras, esa foto final en la que el PSOE quería sumar a Cs a la mayoría de la investidura parece que quedará en un deseo.

El debate de las enmiendas a la totalidad ha quedado en un segundo plano en este segundo día de disputa parlamentaria. El trámite se sabía superado, porque ninguna de las siete peticiones para devolver los Presupuestos al Gobierno tenía visos de prosperar. Y ello ha hecho que los grupos que no habían reclamado tumbar las cuentas a las primeras de cambio se hayan centrado ya en el siguiente escenario: su aprobación definitiva.

El primero en llevar el debate a ese terreno ha sido el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique , que de nuevo ha tratado de alejar a Cs de la negociación presupuestaria. «Tenga cuidado, señora Arrimadas, no vaya usted a acabar apoyando unos Presupuestos socialcomunistas», ha ironizado. «Estaba escrito que iban a volver a la foto de Colón», ha agregado el diputado, en alusión a las nuevas condiciones de los liberales para aprobar las cuentas.

Cs ha votado en contra de todas las enmiendas a la totalidad como gesto de buena fe para seguir negociando; al igual que otros partidos como ERC o EH Bildu , que ayer ya informó de su predisposición para respaldar los Presupuestos «si no se tuercen las cosas». Pero Cs quiere una rectificación en la «ley Celaá» para que el castellano sí sea lengua vehicular en Cataluña y que el Ejecutivo se comprometa a que no habrá referendos de secesión en España. Condiciones que alejarían definitivamente a republicanos y «abertzales».

La parte socialista del Gobierno, a día de hoy, sigue haciendo oídos sordos a los vetos cruzados que constantemente manifiestan Cs y los separatistas. Mientras, Podemos presiona para que Pedro Sánchez se decante por la vía Frankenstein y ate los apoyos de ERC y de Bildu y, de paso, la legislatura .

En Unidas Podemos han calado las advertencias que durante meses lleva repitiendo en la tribuna de oradores el portavoz republicano, Gabriel Rufián , y que de hecho hoy ha reiterado: «Señores de Unidas Podemos, esto va mucho más allá de unos Presupuestos. Si Cs recupera los números de hace dos años, ¿a quién creen que elegirá Sánchez: a Iglesias o a Arrimadas? Se juegan la gobernabilidad de su país para la próxima década».

Tanto él como la presidenta de Cs, Inés Arrimadas , han advertido hoy en el debate a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero , de que el Gobierno deberá escoger entre pactar con los liberales o con el secesionismo. Ambas vías se señalan como incompatibles, pero la portavoz del Ejecutivo ha insistido, en respuestas a unos y a otros, en la petición de que abandonen sus «vetos cruzados».

ERC vs. Cs

Los discursos de Rufián y de Arrimada s, paradójicamente, han compartido cierto paralelismo : una primera parte dedicada a explicar su posición de cara a su electorado y una segunda en la que han reiterado sus motivos para no querer compartir el mismo proyecto. Un antagonismo que el Gobierno insiste en sortear para conjugar una unión imposible.

Con tono mitinero, Rufián ha reivindicado «la utilidad» de ERC frente a «la magia» de Junts . Un primer acto de precampaña para las elecciones autonómicas del 14 de febrero, desde el Congreso de los Diputados . Después, ha presumido de haberle arrancado al Gobierno la exclusión del castellano en la «ley Celaá» y ha rechazado el argumento de que la inmersión lingüística pone en peligro el bilingüismo: «Según la teoría de Cs, yo aquí tendría que hablar con Google Translator».

«Decir que se pueden pactar unos PGE con ERC y Cs a la vez es mentir (...) es terraplanismo ideológico», ha dicho, tajante, el diputado de ERC. La ministra Montero, por su parte, ha intentado devolver la conversación al mero ámbito económico, pero todas las partes son conscientes de que al margen de las cuentas, los grupos piden distintas contrapartidas que después les hace incompatibles.

La también portavoz del Gobierno ha pedido a Rufián, «ocurra lo que ocurra» de cara a las elecciones catalanas, que «trascienda» el «quién» y empiece a valorar el «qué». Es decir, que ERC y Cs superen sus «vetos cruzados» y se adhieran a unos PGE necesarios por «la situación extraordinaria» nacida de la pandemia .

«Señora ministra, usted no ha entendido nada (...). No querer a la derecha no es un veto; es autoprotección», ha espetado Rufián. Pero Montero tampoco ha logrado convencer a Arrimadas. La líder de Cs, cuyo partido parece alejarse en los últimos días de un respaldo a las cuentas, ha comenzado con una dura metáfora. Ayer murieron 349 personas por Covid-19 en España, y Arrimadas ha instado a sus señorías a imaginarse el hemiciclo de la Cámara Baja completamente vacío —en el Congreso hay 350 diputados—.

Excepcionalidad

Por la excepcionalidad y la voluntad de «salvar vidas y empleos», Arrimadas ha justificado su posición de hoy: permitir la tramitación de las cuentas y su mano tendida para seguir negociando. Una mano con la que podrá contar el Gobierno, ha prometido, «hasta el final». No obstante, también ha subrayado que a Sánchez le ha llegado la hora de elegir: «Señora ministra, usted no va a elegir, usted se va a centrar en los números. Quien va a tener que elegir es el señor Sánchez. Si Sánchez coge la mano de Bildu y de ERC, no podrá decir que no tenía otra opción ».

Montero, que ha aplaudido «la valentía» de Arrimadas por el giro de 180 grados que ha dado desde que tomó las riendas del partido, le ha reprochado el «reto» lanzado al presidente del Gobierno y le ha invitado a sustentar «un Presupuesto de unidad». Algo imposible si el Ejecutivo no acepta conceder ayudas a pymes y a autónomos a fondo perdido, reconocer la baja laboral a quienes deban cuidar a sus hijos en cuarentena por coronavirus , rectificar con el castellano o firmar un compromiso para que no se celebren referendos de secesión.

Más entendimiento ha habido con el PNV , a quien Montero se ha referido como un «socio prioritario». «Ustedes no son un socio más», ha agasajado a los nacionalistas vascos, tras una intervención centrada en la economía de Idoia Sagastizabal . Mientras ERC y Cs se sumían en el enfrentamiento, la diputada vasca ha reclamado más inversiones para el País Vasco y ha lamentado que en el proyecto inicial de los Presupuestos aparezca el impuesto al diésel .

Cs aseguró la semana pasada que el Gobierno se había comprometido con ellos a retirarlo vía enmienda , pero la ministra de Hacienda limitó esas conversaciones a una negociación con el PNV. Y hoy Sagastizabal ha atacado en esa línea: «Señora Arrimadas, deje de ponerse medallitas».

Bildu, también frente a Cs

También la coalición heredera de la ilegalizada Batasuna, EH Bildu , ha puesto tierra de por medio con Cs y ha advertido al Gobierno de la incompatibilidad de agregar a los liberales a un acuerdo «progresista». «Escuchando a Cs entiendo que el nacionalismo español no tiene espejos. Verán cuando entiendan que puede haber independentistas que no son nacionalistas. Explosión mononeuronal, preveo», se ha burlado el diputado «abertzale» Oskar Matute .

Matute, miembro de una coalición incapaz de condenar el terrorismo de ETA, ha acusado a España de estar sumida desde «hace décadas» en una «deriva neoliberal y represora». «No nos importa más el qué que el quién -ha dicho mirando a la ministra-, pero lo que sí sabemos es que con las políticas de izquierdas hay unos quiénes». «Quiénes» entre los que no está Cs, que según Bildu, junto al PP y Vox , mantiene la democracia «secuestrada» en manos de «las élites».

La ministra Montero se ha limitado en la réplica a hablar de cuestiones económicas y ha agradecido a Bildu su predisposición a negociar las cuentas, lo que demuestra que el separatismo vasco radical sí es un socio más para este Gobierno . No así el PNV, único que parece partir de un lugar privilegiado para las conversaciones .

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación