Feijóo amplía su distancia con el PSOE tres meses después de su triunfo

Ni la intensa lluvia que marcó la jornada de votación, impropia del mes de junio, impidió que el electorado gallego acudiera a las urnas en cifras similares a las registradas hace cinco años, y que evidenciaron la tendencia al alza del PP de Alberto Núñez Feijóo. Los populares no sólo mantuvieron la hegemonía en la Comunidad, sino que arrasaron superando el umbral del 50% del voto escrutado, consolidando la fortaleza de la derecha frente al desplome nacionalista y la caída socialista.

Con el 99,88 por ciento escrutado, los espectaculares resultados de los populares suponen un incremento de tres puntos respecto a las anteriores europeas, y otro tanto sobre las autonómicas del 1 de marzo, que valieron al PP para obtener la mayoría absoluta y el gobierno de la Xunta.

En clave gallega, el triunfo de Feijóo se lee también como un respaldo de la ciudadanía a sus primeros sesenta días de gobierno, con medidas como la obsesión por la austeridad en el gasto público, el plan autonómico de ayudas para la compra de automóviles, la primera rebaja fiscal o la consulta a los padres para la confección de la nueva política lingüística en la educación pública. En la acera opuesta, resultados devastadores. PSOE y BNG volvieron a protagonizar otro batacazo electoral, perdiendo entre los dos casi cien mil votos, y abriendo un nuevo periodo de dudas sobre los liderazgos de Manuel Vázquez y Guillerme Vázquez, respectivamente, tras suceder a Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana.

La caída del PSOE roza las 50.000 papeletas, mientras que el BNG se desploma por debajo del 10%, con poco más de 102.000 votos, y que no le vale para que su candidata, Ana Miranda, consiga representación en Bruselas.