«Mis padres están en el Costa Allegra y no sabemos nada»

«Mis padres están en el Costa Allegra y no sabemos nada»

Aún resulta imposible para los familiares conectar por teléfono con el barco, que está siendo remolcado hasta la isla de Mahé

«Mis padres están en el Costa Allegra y no sabemos nada» reuters

m. arrizabalaga

29/02/2012
Actualizado 03/04/2012 a las 17:54h.

Dos días después de que el Costa Allegra sufriera un incendio a bordo en la sala de generadores eléctricos y quedara a la deriva en el océano Índicoa 200 millas al suroeste de las islas Seychelles, los familiares de los quince españoles que viajan a bordo del crucero siguen sin poder hablar con ellos.

El director de Costa Cruceros para España, Bernardo Echevarría, aseguró ayer que todos los pasajeros del Costa Allegra están bien, entre ellos los quince españoles, de los que cuatro son de Las Palmas de Gran Canaria, que se encuentran a bordo. Echevarría explicó a Efe que no hay ningún daño personal a bordo y que los pasajeros están en contacto con sus familiares. Pero sus palabras fueron recibidas con críticas en las redes sociales.

«Nos decís que los pasajeros están en contacto con las familias, mis padres están en el barco y no sabemos nada », escribía hace unas horas María José Cáceres en el Facebook de Costa Cruceros .

También Jordi Oller volcaba en la red social su indignación: «Ni siquiera nos hemos podido comunicar con nuestros padres, ni telefónicamente ni vía internet por satélite ... es lo menos que podéis hacer, en vez de una simple llamada asustándonos diciendo: «Familia de Carlos Oller y Maria del Valle» ??? como si hubiera pasado una catástrofe... estamos indignados!».

Bea Ogando, sin embargo, se mostraba agradecida. «Gracias Costa por mantenernos informadas a las familias y a los que no son familias también! ¡ No jubiléis al Allegra !»

La compañía se ha puesto en contacto con los familiares usando el teléfono de emergencia que es obligatorio para cerrar las reservas, según informaba en esta red social, pero sólo habían logrado contactar con las familias de 402 pasajeros por lo que abrieron un número de teléfono (+34 934 87 56 85) para responder a quienes quisieran tener noticias del barco. Aunque advierten de que « por ahora no es posible ponerse en contacto con el barco por teléfono ».

«Cuando se reestablezcan plenamente las comunicaciones del barco seréis los primeros en saberlo», asegura Costa Cruceros, ante la inquietud que muestran algunos familiares. « Lo que queremos son noticias directas de dentro del barco no que nos digáis siempre que todo está bien», responde María José Cáceres.

«¿Cómo es posible que a uno le amarguen el viaje así y a toda su familia??? ¿Qué sucede dentro de Costa Cruceros, se toman el mantenimiento de sus barcos y de su seguridad a la ligera? ¿Reduciendo costes de personal y mantenimiento se creen ustedes que se ahorra? ¡No ahorramos en disgustos señores!», protestaba Oller a primera hora de ayer, poco después de conocer que el barco se encontraba a la deriva.

Rumbo a Mahè

Dos remolcadores y un segundo barco de pesca llegaron ayer hasta el Costa Allegra para prestar asistencia al crucero, que está siendo remolcado por el pesquero francés Trévignon hacia Mahè. Está previsto que llegue mañana por la mañana temprano si mantiene la velocidad de seis nudos y las condiciones climatológicas siguen estables. Allí les espera el equipo de atención de Costa , formado por catorce ejecutivos y técnicos, para proporcionar la asistencia necesaria al barco y a los pasajeros a su llegada a la isla.

Esta mañana ocho de ellos llegarán en un barco de la Armada local al Costa Allegra para reunirse con los pasajeros y asistir a la tripulación en las inspecciones técnicas, junto a dos oficiales de Inmigración de las Seychelles para facilitar los controles ordinarios

Costa Cruceros asegura que no faltan alimentos ni productos de primera necesidad . Está previsto que un helicóptero entregue hoy unas 400 linternas y pan fresco, dado que en el barco no es posible cocinarlo.

Un buque de la Armada que estaba en la zona ha proporcionado un pequeño generador con el que la tripulación trata de restaurar los servicios básicos y hacer más cómoda la situación a bordo, donde el calor aprieta. Pasajeros y tripulación han pasado su segunda noche sin electricidad.