Fallece Sáenz de Santamaría, ex director de la Guardia Civil y de la Policía Nacional
El teniente general José Antonio Sáenz de Santamaría, que dirigió la Policía Nacional y la Guardia Civil, falleció ayer por la tarde en Madrid, a los 84 años, según informaron a Efe fuentes cercanas a la familia. Su fallecimiento se produjo en la clínica Moncloa.
Sáenz de Santamaría nació en Gijón, Asturias, España, el 15 de diciembre de 1919. Ingresó en el Ejército como soldado voluntario el 20 de julio de 1936, ascendiendo por méritos propios todos por los puestos del escalafón militar (alférez provisional en marzo de 1938, teniente provisional en marzo de 1939, capitán de Infantería en marzo de 1942, comandante en febrero de 1949), hasta llegar a teniente coronel en julio de 1959. Durante la contienda intervino en las campañas del Ebro y del Maestrazgo.
El 14 de abril de 1968 fue ascendido a coronel y promovido a general de Brigada el 23 de mayo de 1975, siendo destinado al frente de la Jefatura del Estado Mayor de la Guardia Civil, y de División el 3 de enero de 1979. Hasta entonces y como jefe había ocupado entre otros los destinos de: jefe del Estado Mayor de la Bridot VII (Valladolid), jefe de la Zona de Reclutamiento y Movilización número 77, jefe del Regimiento «Milán» número 3 (Oviedo).
El 6 de julio de 1979 fue nombrado general inspector del Cuerpo de la Policía Nacional (CPN) y el 1 de febrero de 1980 delegado especial del Gobierno para el País Vasco, donde se encargó de la dirección de la lucha antiterrorista. Cesó en este último cargo del 17 de octubre del mismo año, permaneciendo en su puesto de general inspector del CPN.
Decisivo en el 23-F
Al frente de la Policía Nacional, jugó un importante papel en el intento de Golpe de Estado del 23-F de 1981, cuando ordenó a la Policía rodear el Congreso de los Diputados. Su declaración posterior, como testigo en el juicio, motivó el enfrentamiento con el teniente general Milans del Bosch, cuando hizo el símil del intento golpista con un secuestro de un avión, lo que motivó la frase «me da asco, me voy» de Milans.
Durante este último período fue enviado en septiembre de 1981 a Guinea Ecuatorial, donde mantuvo contactos con las autoridades guineanas en las que trató la reorganización de la defensa y seguridad del país. Como general inspector del CPN cambió la imagen de la Policía, creó el Grupo Especial de Operaciones (GEO), los servicios de artificieros y la Academia para mandos de la Policía Nacional.
El 15 de enero de 1982 alcanzó el grado de teniente general y fue nombrado capitán general de la VII Región Militar, con sede en Valladolid, por lo que el 1 de febrero cesaba al frente del CPN, y el 19 de abril de 1982 pasó a desempeñar el mismo destino en la IV Region Militar, en Barcelona.
Desde la cúpula del Ejército, siempre realizó declaraciones en favor de la democracia, la alternancia en el Gobierno, la lealtad del Ejército al Ejecutivo de la nación, así como de Don Juan Carlos, sobre todo durante una etapa tras el 23-F, cuando se le intentó involucrar al Rey en la trama golpista.
En noviembre de 1983, un año después de la llegada del PSOE al Gobierno, fue nombrado en Consejo de Ministros director general de la Guardia Civil, donde sustituyó al general Aramburu Topete, y el 13 de noviembre de 1984 pasó a la reserva activa (situación B), pese a lo cual se mantuvo al frente de la Benemérita. Años después, fue imputado en el caso Oñaederra (primeros asesinatos del GAL) junto a Rodríguez Galindo. Tras prestar declaración, quedó en libertad sin fianza.
Recibió la Laureada de Héroes de Campaña, Gran Cruz de San Hermenegildo, dos cruces del Mérito Militar y Gran Cruz del Merito Militar.
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