Ex-Jemad Fernando Alejandre: «Tuvimos previstas todas las alternativas frente al independentismo en Cataluña»

«Todavía recuerdo una conversación con un alto cargo del ministerio y subordinado directo de la ministra, en su despacho de la Castellana 109, cuando, tras haberle confesado mi preocupación por el acuerdo de gobierno que habían alcanzado tras la repetición electoral de noviembre de 2019 su propio partido y el de Pablo Iglesias, me dijo: «No te preocupes, general; en Ferraz son conscientes y no les dejarán ni acercarse a cosas tan serias como los temas de Defensa», refleja el general Alejandre en el libro 'Rey servido y patria honrada. Una visión de la defensa de España' (Editorial Deusto) que salió a la venta el pasado miércoles. Por cierto, el título está sacado de los versos de Lope de Vega para referirse a Álvaro de Bazán y Guzmán, capitán general de los Ejércitos de España.

¿Por qué un libro?, preguntamos al que fuera Jemad durante tres años: «El objetivo es intentar cerrar la brecha que, a mi modo de ver, separa a las Fuerzas Armadas españolas de la sociedad a la que sirven. Para tratar de ayudar a superar esa sensación de que 'lo militar', en España, se considera como algo que hay que esconder o, cuando menos, encerrar en los cuarteles. Y también, claro está por mi percepción de que la sociedad española prefiere no tratar de la defensa como si ésta fuera cosa de otros, como si no le concerniese su propia seguridad y pervivencia como nación».

El Jemad que vivió los acontecimientos del referéndum ilegal en Cataluña y todo el proceso que llevó hasta la breve declaración de independencia dedica unas páginas al asunto: «En el libro explico que, como afirmó la ministra Cospedal, se previeron todas las posibilidades de actuación y que en un sobre guardaba la orden de activación para un plan que no llegó a ponerse en marcha ya que una determinada declaración duró poco más de doce segundos. Por cierto, ese sobre y ese plan eran muy anteriores a la aplicación del artículo 155. Tuvimos previstas todas las alternativas frente al independentismo en Cataluña», explica a ABC.

«El citado plan es el que está establecido para apoyar a las FCSE [Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado] e incluye acciones muy variadas, desde el apoyo logístico a la protección de puntos o instalaciones sensibles. Fue el plan que se usó tras los atentados del 11-M, cuando hubo que dar protección a vías de ferrocarril y estaciones, y creíamos que ahora sería un buen punto de arranque. Sobre esos cimientos planearíamos una operación escalable que se fuera ajustando en cada momento, en función de cómo evolucionara la situación», subraya en el libro el general Alejandre.

Desde las Fuerzas Armadas «se tenía información bastante fiable de la situación, incluidas las capacidades de esos CDR y la situación del cuerpo de Mossos de Escuadra. Con respecto a estos últimos se afirmaba que, dado que sus cadenas de mando estaban tremendamente politizadas, no iban a poder actuar por mucho que la mayoría de ellos fuera eso lo que pretendieran».

Obviamente, desde el Ministerio que lideraba Cospedal había «preocupada porque no hubiera la más mínima filtración de lo que íbamos a hacer, estuvo de acuerdo en que había que estar preparados. Me pidió que, para mantener el círculo aún más cerrado, fuera yo mismo quien redactara un borrador de esa directiva. Así lo hice y ella firmó esa directiva, un par de días más tarde. Lo hizo poniéndola en formato de carta. Con esa carta viajé hasta la decisión de las Cortes de aplicar el artículo 155 de la Constitución. En ningún momento hizo falta mostrarla».

En el libro de 552 páginas los avatares del independentismo catalán –dentro del apartado 'Un momento muy duro, pero no solo para las Fuerzas Armadas'– el general Alejandre diserta de aspectos tan variados como el enemigo exterior, la relación de la OTAN y España, las Fuerzas Armadas vistas por la derecha y por la izquierda, la UME o el paso de militares a la política.

«Yo siempre he creído que aquí, en nuestro país […] es patente el desapego antipatriótico de los votantes de la izquierda sociológica y sus dificultades para asumir, desde postulados muy cercanos al antimilitarismo, el esfuerzo que conlleva la defensa de España», destaca.

El último Jemad del presidente Rajoy está aún en situación de reserva, por lo que debe ser comedido en sus opiniones. No se afiliará a ningún partido porque «me parece poco acertado el paso de los militares a la política», aunque reclama que «se nos trate con el mismo rasero con que se trata a otras profesiones. Nadie se asusta de que un magistrado pase a la política, no veo por qué el paso de militares en situación de retiro causa revuelo».

En este sentido, constata en su libro cómo «a nadie le pareció preocuparle lo más mínimo que el antiguo Jemad [José Julio Rodríguez] entrara en Podemos, que no se oiga reproche cuando entran en PSOE o PP pero se hable de 'ruido de sables' en la prensa y haya preocupación en la cuarta planta del Ministerio ante el desembarco de unos cuantos militares en Vox».

Nos despedimos con una última pregunta de actualidad:

—¿Lo de Rusia en Ucrania era de esperar?

—Totalmente previsible y casi diría que esperado. Desde 2014 los estudios de la OTAN afirmaban que la situación de fragilidad en el Este de Europa distaba mucho de hallarse bajo control.