Estrasburgo adelantó la libertad de 60 etarras al derogar la doctrina Parot

El tribunal con sede en Estrasburgo derogó el 21 de octubre de 2013 la llamada doctrina Parot , una interpretación del Tribunal Supremo que permitía que terroristas condenados a miles de años de prisión cumplieron al menos 30 años de cárcel , el tope que fijaba entonces la ley española.

Ello se consiguió al restar las reducciones de pena conseguidas por beneficios penitenciarios -buena conducta, trabajos o participación en actividades de la prisión- de la condena total, los 4.799 años a los que fue condenado por ejemplo el etarra Henri Parot , quien dio nombre a la doctrina, en lugar de sobre el tope legal.

El Tribunal Supremo fijó este criterio en febrero de 2006 al confirmar una sentencia de la Audiencia Nacional, que rechazó acumular en una sola condena las 26 penas de prisión de Parot , que cometió atentados terroristas entre los años 1978 y 1990. La doctrina del Supremo restaba las redenciones de forma sucesiva, condena a condena, sin acumular; con tal fórmula, los etarras condenados a miles de años cumplirían al menos 30.

El cambio de rumbó lo provocó la sanguinaria etarra Inés del Río , una de las integrantes del histórico «comando Madrid», uno de los más activos en los años de plomo de ETA.

En octubre de 2013, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos estimó un recurso de la terrorista, que había sido condenada a 3.828 años de cárcel . La etarra pidió a Estrasburgo que las redenciones se aplicaran a partir del tope legal de 30 años (entonces, ampliado a 40 con la ley actual). El tribunal europeo estableció que la doctrina Parot no podía aplicarse a hechos cometidos antes de 1995, cuando España aprobó un nuevo Código Penal ; lo que aceleró la salida de los etarras condenados conforme al Código Penal de 1973, todos los que atentaron entre los años 1977 y 1995, algunos de los más sanguinarios de la historia de la serpiente etarra.

Del Río participó, entre otros, en el atentado en la Plaza de la República Dominicana de Madrid, en el que fueron asesinados doce guardias civiles. Se encargó de la vigilancia y la preparación de los explosivos y fue condenada por ello a 2.200 años de cárcel .

Otros etarras que se beneficiaron de la decisión de Estrasburgo, que indignó a las víctimas del terrorismo, fueron Josefa Mercedes Ernaga , quien participó en el atentado de Hipercor, o Juan Manuel Píriz. Entre los violadores cuya salida de prisión se aceleró están, además de Gallego, Félix Vidal Anido, «el violador del estilete»; Pablo García Ribado, «el violador del portal»; y Antonio García Carbonell. Todos reincidieron al salir de prisión (entre noviembre y diciembre de 2013) y agredieron sexualmente a mujeres.