España se retira de Perejil tras lograr un acuerdo con Marruecos con Powell como garante

La vuelta a la situación anterior al 11 de julio se sustenta en un «acuerdo de buena fe», del que actuará como garante Powell, y cuyos términos se cerrarán el lunes, en Rabat, por los ministros de Exteriores de Marruecos, Mohamed Benaissa, y de España.

El Gobierno español agradeció la labor realizada por Powell en el comunicado del Ministerio de la Presidencia en el que, escuetamente, dio cuenta del acuerdo, omitiendo diplomáticamente cualquier referencia a la ocupación marroquí: «España y Marruecos han llegado a un acuerdo sobre la Isla del Perejil que supone la vuelta al «statu quo» anterior al mes de julio. El Gobierno de España agradece al secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, el trabajo realizado para facilitar dicho acuerdo. Los ministros de Asuntos Exteriores de España y Marruecos se reunirán el próximo lunes, 22 de julio, en Rabat».

Rabat, sin embargo, demoró la confirmación oficial hasta que se produjo la retirada de las tropas españolas y, cuando lo hizo, insistió en atribuirse la soberanía del islote. Horas después de que el entendimiento fuera anticipado por Estados Unidos y confirmado por el Gobierno de España, un portavoz oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores declaró: «El Gobierno español retiró sus fuerzas del islote marroquí Turah, llamado Leila, gracias a los exitosos contactos efectuados por Su Majestad, el rey Mohamed VI».

Estados Unidos se anticipó a Madrid y Rabat en el anuncio de «un entendimiento» de sus dos aliados para resolver el contencioso, mediante un comunicado del Departamento de Estado atribuido directamente a Powell. En esta sucinta declaración, «Estados Unidos da la bienvenida al entendimiento alcanzado por Marruecos y España sobre la isla, tras las consultas realizadas con cada parte. De acuerdo a este entendimiento, las dos partes han acordado restaurar la situación con respecto a la isla que existía antes de julio del 2002». La declaración de Powell terminaba recalcando que «este entendimiento se encuentra en el mejor interés de ambos países, y puede servir como base para futuros pasos en la mejora de sus relaciones bilaterales».

Desde el inicio de la crisis, la diplomacia de Estados Unidos ha mantenido múltiples contactos al más alto nivel con Madrid y Rabat para evitar una posible escalada y terminar cuanto antes con «distracciones» innecesarias para la política exterior norteamericana en momentos en los que la prioridad absoluta para Washington es la lucha antiterrorista contra Al Qaida.

La Comisión Europea también expresó de inmediato su satisfacción por el acuerdo. El portavoz de su presidente, Romano Prodi, declaró a la agencia Afp que «nos congratulamos por ese acuerdo, que es una buena noticia para los dos países y para Europa». y agregó que «pensamos continuar nuestras buenas relaciones con el reino de Marruecos, que es un importante país vecino, y amigo».

Mientras que se producía la aceptación por Marruecos de las condiciones fijadas, el presidente del Gobierno, José María Aznar, permaneció reunido desde primera hora de la mañana en el Palacio de la Moncloa con el gabinete de crisis, con asistencia de los dos vicepresidentes, Mariano Rajoy y Rodrigo Rato; los ministros de Asuntos Exteriores, Ana Palacio; Defensa, Federico Trillo; e Interior, Ángel Acebes, así como del secretario de Estado de Política Exterior, Ramón Gil-Casares, y del secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos.

Menos de media hora después de que se hubiera hecho público el acuerdo, comenzaba la retirada de los 75 legionarios emplazados en el islote, según el plan que el Ministerio de Defensa tenía previsto. A las diez de la noche la retirada de los legionarios, que regresaron a Ceuta «con toda normalidad», había concluido, según un portavoz oficial.

El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, informó del acuerdo al líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero.