España pacta con Marruecos la repatriación de los más de 100 adultos que entraron en Ceuta a nado el fin de semana

El Gobierno de España ha pactado con el de Marruecos la repatriación inmediata a través de la frontera del Tarajal de los más de 100 migrantes adultos nacionales del país vecino que accedieron a Ceuta durante el pasado fin de semana bordeando a nado el espigón marítimo sur de la ciudad autónoma.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en Ceuta han explicado que «durante la madrugada de este martes se ha hecho efectiva la primera fase de este procedimiento pactado entre los dos Estados», que ya ha conllevado la expulsión de alrededor de medio centenar de súbditos del Reino alauita, y se prevé continuar con las devoluciones «durante las próximas horas y días».

La medida no afecta a los indocumentados menores de edad, algo que aseguraron ser un total de 33 a su llegada a territorio español.

La delegada del Gobierno, Salvadora Mateos , trasladó al Ministerio del Interior «hace ya varios días» su «preocupación» por «la llegada masiva de ciudadanos marroquíes a nado» , presión migratoria que se disparó el domingo con la entrada de 120 personas ante la aparente anuencia de las Fuerzas de Seguridad del país vecino.

El presidente del Ejecutivo local, Juan Vivas (PP), ha pedido este martes en declaraciones RTVCE el cierre «inmediato» de esa vía de entrada en la ciudad tanto «porque si no es como si no hubiera frontera» como «por razones humanitarias» debido al peligro mortal que implica la travesía, a pesar de su escasa longitud, en condiciones meteorológicas adversas.

«No se puede cortar sin la colaboración del país vecino y es una obligación inexcusable de Marruecos hacerlo, pero me consta que el Gobierno de la Nación está trabajando en el asunto», ha reconocido Vivas, que ha ofrecido toda su «colaboración» al Ejecutivo de Pedro Sánchez.

La Ciudad Autónoma había acogido en una nave especialmente acondicionada en otoño en los polígonos comerciales del Tarajal a todos los recién llegados para que pasasen una cuarentena sanitaria de entre 10 y 14 días con el fin de descartar que fuesen portadores de la enfermedad del coronavirus.