España da impulso a Marruecos en su permanente Marcha Verde
La visita de Blinken ha suscitado más interés en Rabat que las inminentes llegadas de Albares y del presidente
Sánchez recibió una carta del líder socialista marroquí en la que le pedía «abrir el diálogo sobre Ceuta y Melilla»
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Iniciar sesiónNi la Guardia Real de Mohamed VI ha disparado al aire sus espingardas ni los líderes políticos han tirado cohetes –no tienen esa costumbre– tras conocer que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez , daba a Marruecos la razón ... al admitir que su propuesta de una autonomía para el Sahara Occidental es la «más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo». Por cierto, a cuenta de este término, perfectamente admitido por la Real Academia como disputa, hay quienes piensan en el país vecino que resulta raro en el español que Sánchez maneja y que podría ser una traducción directa de los vocablos franceses ‘différend’ o ‘differendum’, con lo que sugieren sin decirlo que la carta fue redactada o corregida en Rabat .
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La prensa marroquí ha saludado la iniciativa como un logro más de su acreditada diplomacia, sin alharacas. La agencia oficial –MAP– afirmó que «España quiere participar activamente en la búsqueda de una solución mutuamente aceptable en el marco de Naciones Unidas ». El izquierdista ‘Al Bayane’ anunció que «De Washington a Madrid, pasando por París o Berlín, la solución de una autonomía para el Sahara suma apoyos, y la diplomacia marroquí gana en liderazgo, impulsada por la clarividente y vanguardista visión del Rey Mohamed VI». El semanario ‘Maroc Hebo’, por su parte, puso el acento en la reacción de Argelia al «llamar a consultas a su embajador con efecto inmediato a consecuencia del anuncio de España, que constituye un brusco giro en sus posiciones sobre el Sahara».
Otro ladrillo en el muro
Sin mucha portada ni grandes despliegues, se ha visto el gesto como otro ladrillo en el muro diplomático que está asfixiando al Frente Polisario . Más ha encandilado a los marroquíes la llegada de Antony Blinken, el secretario de Estado norteamericano, que la inminencia de las visitas del ministro Albares y del propio Sánchez.
Y es que en Marruecos piensan que el amigo americano pesa mucho más en el futuro del Sahara Occidental que la antigua potencia colonial, ya expotencia. No en vano fue Vernon Walters , entonces director adjunto de la CIA , quien animó a Hassán II a lanzar ‘Al Massira al Jadra’, la Marcha Verde, días después de que la ‘Navy’ realizara unas ostentosas maniobras frente a las costas del Sahara que los marroquíes interpretaron como una seria advertencia a los legionarios que guardaban el Sahara español.
El Rey calificaría años después su idea como «un chantaje inevitable» que, en la mejor tradición de Gandhi y su recurso al poder de las masas desarmadas, electrizó a su pueblo e hizo de la «integridad territorial» la razón de ser de su reinado y probablemente de quienes le sucedieran en el trono. Así lo refrendó Mohamed VI en un discurso a la nación el 6 de noviembre de 2020, en el 45 aniversario de ‘Al Massira al Jadra’: «La Marcha Verde no solo es un destacado acontecimiento nacional en el proceso de nuestra unidad territorial, sino más bien una marcha renovada y permanente de esfuerzos en el ámbito internacional por afianzar la marroquinidad del Sahara».
Todos los líderes políticos han formado desde entonces bajo esta bandera. Y hoy lo reafirman. El primer ministro, el multimillonario Aziz Ajanuch, ha mostrado «gran satisfacción por el apoyo de España al plan de autonomía para el Sahara Occidental » y ha aprovechado para alabar la «perspicaz gestión diplomática» del Rey Mohamed VI. Dris Lachgar , primer secretario de la Unión Socialista de las Fuerzas Populares, califica de «camarada» a Sánchez y dice que su postura «demuestra su conocimiento real de la importancia del expediente del Sahara para el pueblo marroquí y su sincero apego a los principios de la buena vecindad».
Transcurridos casi 47 años, saben que el camino puede ser aún largo. ¿Y ahora, qué? La oferta de una autonomía para el Sahara tiene gato encerrado, ya que Marruecos tratará de retrasarla, a ser posible ‘sine die’, o al menos vaciarla de contenido real puesto que una autonomía con respecto a Rabat conlleva el riesgo inasumible de que otras regiones reclamen el mismo trato. El recuerdo de un Rif siempre levantisco, que llegó a constituirse en república independiente y a emitir moneda propia en los años en que Abd el Krim guerreaba con España, o de la revuelta rifeña ahogada en sangre por Hassán II en 1959, no se olvida y hace poco menos que impensable una autonomía saharaui.
En cuanto a la contrapartida para España tras el ‘gesto’ de Sánchez , se auguran meses, tal vez algunos años de buena vecindad con declaraciones medidas de unos y otros, lo cual es buena noticia para el importantísimo tejido comercial y empresarial entre ambas naciones. Tiempos de flujo contenido de pateras, de dificultades para el trasiego de planeadoras con hachís hacia el Campo de Gibraltar, de mayor vigilancia sobre los ‘salteadores’ de las dos vallas. Pasada la borrasca, España logra normalizar las relaciones con el vecino, mientras que Marruecos obtiene lo mismo más el ‘sí’ español a su propuesta sobre el Sahara .
Pero Ceuta y Melilla siguen siendo otras manzanas de la discordia. Marruecos jamás renunciará a reclamar su soberanía. Abbas el Fassi, secretario general del partido nacionalista Istiqlal, marcó el camino en un discurso ante el Parlamento: «La descolonización sigue estando de actualidad en los escasos focos que persisten en el mundo, como en la Palestina ocupada y las ciudades de Ceuta y Melilla».
Mucho antes y desde las filas del terrorismo islamista más sanguinario, Ayman el Zawahiri , mano derecha de Bin Laden , juraba que era tarea para todos los musulmanes « la liberación de las ciudades ocupadas por España de Ceuta y Melilla y de la Chechenia ocupada por Rusia» . Con muchos mejores modos e intenciones, sin duda, Saaheddine al Otmani, líder del partido islamista Justicia y Desarrollo, y ex primer ministro, aseguraba que después del creciente reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara en disputa «ha llegado el momento de hablar de Ceuta y Melilla, que son marroquíes como el Sahara».
Los dos «presidios»
El socialista Lachgar pisa por la misma senda. En carta remitida a Sánchez en mayo pasado le recomendaba que «España debe deshacerse de su pasado colonialista y abrir un diálogo con Marruecos sobre el futuro de las ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla ». O de los dos «presidios», que es como la clase política marroquí las nombra. Melilla es española desde el siglo XV, tras su conquista por el jerezano Pedro de Estopiñán, y Ceuta desde el XVI al ser heredada por Felipe II como Rey también de Portugal, un siglo antes de que la dinastía alauí, que hasta entonces controlaba la región casi sahariana del Tafilalet, unificara Marruecos en 1666.
Como una ola seguirá a la otra mientras existan la luna y el mar, Ceuta y Melilla seguirán al Sahara en la permanente Marcha Verde mientras existan España y Marruecos. Y las otras hipotecas que Madrid tiene pendientes con Rabat –inmigración, caladeros saharauis, tráfico de drogas, yihadismo...– saldrán al cobro en cuanto Pedro Sánchez dé otro mal paso, como es ya su costumbre , o Mohamed VI sienta la necesidad de agitar el árbol.
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