España ensaya con la OTAN una crisis de hidrocarburos en el golfo de Cádiz

Esto fue lo que aconteció ayer en aguas del golfo de Cádiz donde más de 5.000 militares de España, Estados Unidos, Alemania, Italia, Reino Unido, Bélgica o Canadá participaron en el día más esperado de las maniobras navales Flotex-22 , las más importantes del año para España y para la OTAN en la zona estratégica del golfo de Cádiz y el Estrecho de Gibraltar.

Este tipo de maniobras de la Alianza Atlántica suelen emular un escenario que este año estaba muy pegado al contexto actual donde cuatro países imaginarios (Iberia, Larnland, Bethnia y Turrike) protagonizan una crisis cuya solución pasa por garantizar el suministro de hidrocarburos a uno de ellos desde un quinto país (Retinia) al mismo tiempo que se garantiza el suministro a otro cuasi fallido.

«Turrike es un país con intereses económicos ligados a la importación de hidrocarburos a Iberia y con reclamaciones históricas territoriales en Retinia, en la frontera de su enclave de Tarfiya. Recientemente ha finalizado un oleoducto que conecta su territorio con Iberia, pero aún no han obtenido la licencia de importación», se explica en uno de los párrafos del escenario que equivale a zonas reales España, Portugal y el norte de África. Además hay como protagonistas externos un grupo insurgente y una compañía privada de seguridad ( ¿emulará a la rusa Wagner? ) en medio de una intensa y agresiva campaña de información.

Más allá del detalle de crisis energética que plantean las maniobras, el escenario real de Flotex-22 - golfo de Cádiz, Estrecho de Gibraltar y mar de Alborán - es clave ya que es el paso obligado de los buques rusos de la Flota del Norte y del Báltico hacia el Mediterráneo. Una zona cada vez más disputada dada la creciente presencia militar de Rusia en África y en países ribereños como Libia o Argelia y con una base naval ya asentada en Tartus (Siria). Hay que recordar que en febrero, dos semanas antes de la invasión de Ucrania, la Marina de Rusia protagonizó en el Mediterráneo oriental sus mayores maniobras navales desde la caída de la URSS. Desde España se pudo comprobar cómo nueve buques rusos cruzaban el Estrecho de Gibraltar.

«Por ello el ejercicio Flotex-22 cobra especial relevancia. No se trata solo de adiestrar a nuestra fuerza naval sino de enviar un mensaje de que la OTAN también está aquí», explica a ABC una fuente de la Armada Española conocedora de la mecánica de este tipo de maniobras.

Del 13 al 24 de junio los buques y unidades que participan en Flotex-22 se adiestran en todo tipo de operaciones navales, incluyendo las de contraminado , guerra antisubmarina , de superficie, antiaérea, anfibia o recuperación de personal con helicópteros. La ‘guerra de la información’ que abarca ámbitos como las redes sociales, la ciberdefensa o la información pública también forma parte de un ejercicio que se adentra de lleno en esta faceta clave en la guerra moderna.

Las maniobras contaron ayer con la presencia del Felipe VI , quien siguió la jornada desde el Centro de Información y Combate -el CIC o ‘cerebro’ del buque- y la cubierta del portaeronaves Juan Carlos I . Además, el Monarca asistió en la Playa del Chorrillo de la base naval de Rota a un desembarco anfibio de la Infantería de Marina.

A diferencia de otras ediciones, estas maniobras cuentan este año con un gran componente internacional . Reino Unido ha enviado a su buque insignia, el portaaviones Príncipe de Gales , y el buque de aprovisionamiento Tidesurge .

La OTAN concurre con una agrupación naval que incluye la fragata canadiense Montreal y la fuerza Euromarfor tiene a la fragata italiana Luigi Rizzo . Un cazaminas alemán o una fragata belga fueron otros de los participantes. Los destructores de EE.UU., con la base de Rota, también se suman al poderío naval ‘otaniano’ en aguas del golfo de Cádiz.