Mariano Rajoy: «Es difícil hacer tantas cosas en ocho meses»

-Hay algo que no funciona en la Unión Monetaria cuando hay países que se financian a tipos negativos y otros a unos precios inasumibles. Eso es así. Draghi ha dicho una cosa que a mí me pareció muy inteligente y me reconfortó mucho porque coincide con lo que pienso. Son las dudas sobre la irreversibilidad del euro las que están provocando estos diferenciales de tipos. Y ha afirmado también que los intereses elevados de algunos países no responden a los verdaderos fundamentos de su economía. Esto lo advirtió ya hace unos meses el Fondo Monetario Internacional y lo han reconocido también en las últimas fechas importantes dirigentes europeos. Por tanto, si lo que queremos es preservar el euro que ha propiciado un aumento del bienestar, de la mejora y de la riqueza de todos, no de uno solo, tenemos necesariamente que darle estabilidad y lanzar un mensaje claro de irreversibilidad.

-¿No se está haciendo?

-Para eso fue importante el Consejo Europeo de junio y que se ponga en marcha lo que allí se acordó. Y el plan que anunció Draghi vamos a concretarlo en el futuro. Supone una voluntad de resolver un problema injusto. Todo lo que sea dar estabilidad al euro resultará algo enormemente positivo y beneficiará a todos. Preservar el «todos nos ayudamos a todos». España también colaboró en las ayudas a Portugal, a Grecia y a Irlanda, como lo hicieron todos, no puso en tela de juicio esa ayuda. Ahí está el interés general de preservar la UE y sobre todo el euro, que es el estandarte de la UE.

-¿Tiene usted la preocupación de que el gran diferencial de intereses pudiese destruir el euro a la lar ga?

-Una situación como esta no se puede aguantar durante excesivo tiempo. Tenemos que resolver el problema. Sobre todo, son las dudas sobre el euro las que provocan estos diferenciales de tipos de interés, y cada vez que se dice algo a favor de la irreversibilidad del

euro los mercados cambian. Cuando se celebró el Consejo Europeo de junio, la prima europea de España bajó 70 puntos en un día. Solo porque hubo un Consejo Europeo. Cuando Draghi habló, la prima española también bajó 70 puntos. Solo porque Draghi habló. Luego, Draghi volvió a hablar y la prima europea volvió a subir... Las primas, los diferenciales de los tipos de interés, no responden a los fundamentos de las economías. Responden a las dudas sobre el euro. Y como el euro es el proyecto que todos queremos y el que nos ha beneficiado a todos, tenemos que disipar con meridiana claridad y determinación esas dudas.

-Draghi ha dejado bien claro que, si hubiese un programa para comprar bonos españoles, italianos... estos países tendrían que cumplir con un régimen de reformas. Pero usted ha dicho siempre que España no aceptará un programa impuesto externamente. ¿Cómo se soluciona el problema?

-Ningún problema, y ya está solucionado. En el Consejo Europeo al que tantas veces me he referido, se dice cuáles son las condiciones. Que es necesario preservar la estabilidad del euro, que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF) o el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) actuarán a esos efectos para ayudar a aquellos países que cumplan las recomendaciones del Semestre europeo y las obligaciones derivadas de los procedimientos de déficit excesivo. Y España, desde luego, los va a cumplir. Ya lo está haciendo. Y no es fácil. Pero es difícil encontrar, y perdón por la inmodestia, un gobierno que en ocho meses, que son los que yo

llevo al frente, haya hecho tantas cosas. Nosotros tenemos que reducir este año el déficit público en 2,6 puntos, y estamos en recesión y con problemas de financiación. Pues bien, lo vamos a hacer. Hemos tenido que subir impuestos, hemos hecho una reforma laboral, tenemos el pacto fiscal ya en nuestra Constitución, hemos hecho una ley de desarrollo del pacto fiscal, la Ley de Estabilidad Presupuestaria; estamos en un proceso de restructuración financiera de primer orden, exigiendo a las regiones que cumplan sus compromisos... Las exportaciones están aumentando, y mucho, en España, y este es un dato enormemente positivo. Este año vamos a tener una balanza exterior equilibrada, y la balanza comercial es positiva con la zona euro. Esto no se había producido nunca. Y tenemos, también por primera vez, una balanza comercial en positivo con Alemania. Es decir, España es un país serio. Ya sabemos que tenemos problemas de déficit y de deuda externa, y que hay que seguir haciendo reformas. Pero las estamos haciendo. Y eso es lo que el Consejo Europeo dijo que tenían que hacer los países que acudieran al EFSF o al MEDE a pedir ayuda para que se estabilizara el euro.

-El presidente Hollande ha dicho que una unión presupuestaria también significa que debe haber unión en materia de endeudamiento, una comunitarización. Esta no es la vía que elegiría el Gobierno alemán. ¿Podría el euro sobrevivir sin Alemania?

-El euro no tendría sentido sin Alemania. Pero ni para Europa, ni para Alemania ni para nadie. Alemania ha hecho dos operaciones muy importantes en los últimos años: el proceso de integración, que por cierto recibió el apoyo incondicional del Gobierno español,

y luego lideró la creación del euro. Es decir, ha tenido un papel decisivo en la creación del euro y, por tanto, no tiene sentido siquiera plantearse eso. Lo que ha propuesto Hollande es que la unión presupuestaria debería llevar también a la unión de la deuda. Eso sería la última fase de la unión fiscal, que no es un proyecto para mañana mismo. Todo eso hay que discutirlo. Cuando alguien empezó a hablar de una sola moneda europea a lo mejor le dijeron: «Oiga, pero qué dice usted, eso es imposible». Bueno, pues fue posible, y llevó años, y se les impusieron obligaciones a los estados. Yo he comunicado mi opinión sobre este asunto a Van Rompuy, y al Gobierno alemán y al italiano y al francés. Este es uno de los temas que habremos de discutir en los próximos tiempos, cuando tengamos que ver hacia qué Europa vamos.

-¿Y qué pasa con Grecia?

-La salida de Grecia del euro sería un fracaso monumental de toda la UE. Si no es capaz de dar solución al problema de un país que supone el 2 por ciento del PIB europeo, se habrá equivocado, y los griegos también.

-Parece que los mecanismos que se han decidido para la financiación europea al sistema bancario español prevén que la ayuda a los bancos pase por las cajas del Estado. ¿Cómo podrá el Gobierno español minimizar el peso de esta ayuda sobre los contribuyentes?

-La deuda que se ha pedido, en realidad, es un préstamo que hay que devolver. No es para el sector público: es para las entidades financieras, que deberán reintegrar ese préstamo al Estado, quien lo deberá devolver a la FSEF. Hoy en día eso se computa como deuda pública, y por tanto supone un incremento de la deuda pública española. Pero cuando se apruebe la supervisión bancaria europea, el MEDE podrá recapitalizar directamente los bancos y entonces dejará de computarse como deuda pública. Eso está en las conclusiones del Consejo Europeo de junio y por eso es fundamental poner en marcha esos acuerdos.