DIRECTOR GENERAL DE TRÁFICO

Pere Navarro: «No quiero ser alemán, vivimos mejor que ellos»

Quien rubrica la única hoja de servicios brillante de la era Zapatero (la reducción de la siniestralidad vial) no la esgrime como baza electorera, sino como conquista colectiva

Pere Navarro: «No quiero ser alemán, vivimos mejor que ellos» MIGUEL BERROCAL

BLANCA TORQUEMADA

Contra corriente, Pere Navarro irrumpe en la desangelada sala de reuniones de la DGT donde se celebra la entrevista y reflexiona en voz alta: «¿Y si a los griegos no les apetece ser como los alemanes...? Luego, blande un folleto: «¿Ves esto? Estadísticas ... de seguridad de la Unión Europea. ¿Cuántos de los accidentes mortales de tráfico en Alemania se producen en autopistas? El cuarenta por ciento. ¿Cuántos en España? El veinticinco. Aquí está la realidad de los límites de velocidad. Tanto con Alemania, Alemania, Alemania... ¡No quiero ser alemán! A lo mejor tenemos menos cosas y menos renta, pero yo creo que vivimos mejor».

-Está usted de despedida.

-En la situación actual también te podrían despedir a ti. Hoy todos flotamos en un mundo líquido...

-El caso es que su gestión es el único legado presentable de la ejecutoria de José Luis Rodríguez Zapatero.

-Hombre, yo creo que hay muchas otras cosas. También con la ley del tabaco se ha avanzado mucho, o en el tema de organización de emergencias... Pero es verdad que para los que trabajamos en esto la década será recordada como la de la seguridad vial. Probablemente, esto se ha conseguido porque el país estaba maduro. El paraguas de las directivas de la Unión Europea nos permitió fijar unos objetivos, y Francia también ha sido una referencia esencial.

-Les hemos copiado su carné por puntos y, sorprendentemente, hemos mejorado sus logros.

-Porque los franceces nos explicaron dónde surgían los problemas.

-¿Por ejemplo?

-Lo fundamental ha sido evitar un flanco débil: el de que si después de perder los puntos seguías conduciendo y no te pasaba nada, ahí tenías un boquete. Así que lo llevamos al Código Penal, para que fuera delito.

-¿Lo básico es el palo y tentetieso?

-Más la conciencia social. Hemos colocado a las víctimas en el centro de la política de seguridad vial, porque tienen mucha más credibilidad que la Administración. Ellas son las que explican que después del accidente ya nada es igual. Las 5.400 muertes al año que teníamos en España eran un disparate.

-¿Qué otros ingredientes hay en ese éxito incuestionable?

-El consenso político: el permiso por puntos fue aprobado sin ningún voto en contra en el Parlamento. También han ayudado los medios de comunicación y la complicidad de los «automóviles club».

-Como regalo añadido (e inesperado), parece que los resultados se sostienen en el tiempo.

-El permiso por puntos es muy pedagógico. El alcalde de un pequeño pueblo marinero del norte de España me dijo: «Me ha ido muy bien aplicar el permiso por puntos». Le contesto: «Pero si ni siquiera tienes Policía municipal». Y explica: «No, si yo lo uso para las terrazas de los bares. Si recibo dos quejas sobre un restaurante, les quito una mesa para el resto de la temporada». Otro ejemplo, el de aquel señor que me dijo: «Me habéis quitado cuatro puntos». «¿Y?». «Pues que no me atrevo a decirlo en casa, porque mi mujer y mis hijas me echan». Al final, la seguridad vial son pequeñas medidas coherentes y perseverantes en el tiempo. Y el éxito es que todos hemos ido asumiendo nuestra responsabilidad. Esto también ha servido mucho en el tema de las motos: 39 por ciento menos muertos que en 2007. Inédito.

-Hablando de motos... ¿Cómo le dio la ventolera de promover aquel casco budista?

-Bueno, unos monjes habían diseñado un casco con mantra y un manual de mensajes de tranquilidad y sosiego en el uso de la moto. Había una pedagogía detrás. Buda dijo: «Yo no soy Dios, sólo hago el camino junto a ti». Y desechó cualquier tipo de proselitismo. ¡Las orientales son grandes culturas y no hay que despreciarlas!

-¿De dónde salió la leyenda urbana de que no tenía usted carné?

-Me imagino que tiene su morbo eso de que quien nos dice cómo hemos de conducir no ha conducido nunca. El asunto se propagó y me obligó a salir con el carné en la boca en una rueda de prensa. Cuando resulta que, además del de coche, tengo el de moto desde los 16.

-Se irá sin lograr liquidar el mito de la voracidad recaudatoria.

-¡Razones que buscan los multados para justificarse ante sí mismos! Todos los funcionarios de la DGT y los de la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil cobramos la misma cantidad a fin de mes. Y tenemos la deferencia de avisar dónde están los controles. Y los radares móviles... no se trata de vehículos agazapados, sino colocados en lugares seguros.

-Rubalcaba no presumió de la gestión de Tráfico en el debate televisado. ¿Craso error?

-La seguridad vial no está ahora entre las grandes preocupaciones de los ciudadanos. Además, es un territorio marcado por el consenso.

-Ya que Rajoy ha reiterado que lo único salvable de estos años de gobierno es su negociado, podría pedirle que siga...

-No entro en ese tipo de hipótesis. Como dice Sabina, al final de la función solo queda quitarse el sombrero y dar las gracias.

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