La encrucijada de Belarra: para sumarse al proyecto de Díaz deberá desligarse de Iglesias
Podemos y la vicepresidenta siguen su 'guerra fría', con la alargada sombra del exlíder de fondo
Sánchez, junto a Díaz, clausura el acto de presentación del PERTE de Economía Social y de los Cuidados
Yolanda Díaz es la cabeza del espacio electoral de Unidas Podemos , pero lleva meses sin ejercer un liderazgo real. Esto quiere decir que la coordinación entre los partidos que lo conforman se improvisa a falta de diálogo, y a nivel interno esto ... ha terminado por generar molestias en todos los sectores que conforman la marca. Los órganos de coordinación llevan meses paralizados y la comunicación es complicada . En abierto es otra historia: el apoyo a la que será su futura candidata electoral es norma general y no caben deslices. No se escuchará ante las cámaras que hay enfado con Díaz, pero otra cosa es preguntar cuando se apagan los dispositivos. Un dato interesante para entender las líneas que preceden es que ni Podemos ni Izquierda Unida (IU) ni los comunes, la marca catalana, tienen información del proyecto electoral de Díaz -del que serán parte- ni de la asociación ‘ Sumar ’ con la que girará por el país.
Lo segundo no les importa tanto; explican los morados que «es cosa suya» . Pero lo de saber qué peso tendrá Podemos en las futuras candidaturas que surgirán de esa gira con la sociedad civil sí que genera más conflicto. «Ahí sí hay debate, hay runrún , claro», se admite. Llegados a estas alturas de la película, de meses de indisimulado pulso soterrado de Pablo Iglesias y Podemos para no perder influencia en dicho proyecto futuro, no sorprenderá a nadie descubrir que la relación de la vicepresidenta con el partido es mala. La autonomía que muestra Díaz a cada paso, sin contar con Podemos, no favorece a la tirante relación que tiene con Belarra e Irene Montero, número uno y dos del partido y ministras. Los últimos meses Podemos muestra su «apoyo y respeto absoluto» a Díaz, pero subrayando que ellos son «imprescindibles» para una lista electoral a la izquierda del PSOE. Y Díaz, displicente, contestando, sin mencionar a nadie, que en su futuro proyecto «los partidos estarán en un lugar secundario». Un enunciado que inquieta a los podemitas, pues lo traducen en que serán desplazados en mayor o menor medida de los puestos de salida. Díaz está convencida de que Podemos resta. y su máxima, como repite una y otra vez, es «sumar, hay que sumar, no hagáis cosas que resten»
«Yolanda no puede hacerlo sin nosotros» advierten en Podemos, convencidos de que pese a sus apoyos menguantes aún mantienen una gran capacidad de movilización, como creen que se ejemplificó en la Fiesta de la Primavera del pasado fin de semana, evento al que Díaz dio plantón . «3000 personas en Valencia y ni siquiera hubo un esfuerzo por convocar y hacer músculo», presumen.
Desligarse de Iglesias
La encrucijada de Belarra es no cargar contra su futura candidata para que Podemos sea fuerza importante de su proyecto y no desligarse del exvicepresidente Iglesias, capital del partido. Pero sabe que Díaz les alejará si no rompen con esa influencia porque no quiere «ruido» ni «conflictos» internos. El exvicepresidente no deja de utilizar sus varias plataformas mediáticas , incluido su programa radiofónico, para presionar a Díaz. Lo que no ayuda a la relación que tienen Belarra y Montero con la vicepresidenta. Iglesias no es solo un expolítico que tiene un podcast y opina, sino que preside el Instituto 25M , el laboratorio de ideas de Podemos. Su voz es escuchada tanto entre los cuadros como entre las bases. Como botón de muestra, Iglesias maniobró y culpó a Díaz de la desastrosa negociación de la coalición andaluza. Los portavoces de Podemos, Pablo Fernández e Isa Serra, replicaron inmediatamente la estrategia: «Es el primer paso del proyecto de Yolanda Díaz» deslizaron con maldad, algo que el equipo de Díaz no tardó en desmentir.
Encontrar una fotografía juntas en un mismo evento en los últimos meses es casi imposible . Ayer estuvieron las tres, Belarra, Díaz y Montero, en un acto en La Moncloa con Sánchez, pero apenas se las vio departir juntas. La vicepresidenta ha plantado al partido en sus actos ; no se implicó en las elecciones ni en la campaña para Castilla y León en febrero. Y en Andalucía por ahora solo lo ha hecho para significarse a favor de una dirigente de IU como candidata.
Por delante quedan las elecciones municipales y autonómicas de 2023 y el equipo de Díaz tiene claras sus prioridades. Se implicará en las campañas de Ada Colau para la alcaldía de Barcelona, y de Mónica García , candidata de Más Madrid en la Comunidad de Madrid y líder de la oposición a Isabel Díaz Ayuso . Dos figuras con las que se siente cómoda y que son además caras visibles a las que quiere asociar su proyecto electoral. El apoyo que ellas le muestran es constante: « Tenemos que apoyar al máximo el proyecto de Yolanda Díaz», expresaba Colau hace unos días en una entrevista. Hay más fotos de abrazos entre Mónica García y Yolanda Díaz que de Ione Belarra con ella en los últimos meses, y eso que se sientan en el mismo Consejo de Ministros.