Una ley electoral con circunscripciones autonómicas mantendría la ingobernabilidad y el bloqueo político

La reforma de la ley electoral propuesta por Ciudadanos prevé un cambio en las circunscripciones que, según el partido naranja, «mejore la proporcionalidad entre los votos y los escaños obtenidos por cada partido, reduciendo las desigualdades territoriales». No obstante, lo cierto es que el cálculo de los resultados del 26-J con unas hipotéticas circunscripciones autonómicas —una de las posibles variaciones que vería con buenos ojos Rivera— refleja, si cabe, un aumento de los problemas para alcanzar un acuerdo de cara a una investidura que posibilite la formación de un ejecutivo.

Si el reparto de escaños se hubiese realizado por Comunidad Autónoma —más las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla— el hemiciclo actual vería cómo PP y PSOE reducirían su número de diputados en favor de Unidos Podemos y Ciudadanos , que se verían beneficiados por la nueva distribución. En la mayoría de circunscripciones, los partidos de Iglesias y Rivera obtendrían uno o dos parlamentarios más en detrimento de populares y socialistas.

Pese a esta variación, los 125 diputados que conseguiría el PP sumados a los 43 con los que se alzaría C's, darían un total de 168 escaños , uno menos de los que ostentan en la actualidad ambas formaciones juntas. Por su parte, los números de Pablo Iglesias seguirían sin dar y la adición de los escaños que sacaría el PSOE (82) con los de Unidos Podemos (76) se quedaría en los 158 , sólo dos más de los que tienen en el actual Parlamento.

En resumidas cuentas, la situación de ingobernabilidad sería prácticamente la misma —ligeramente más complicada, de hecho— con el cambio de cirscunscripciones. El PP necesitaría una abstención más y seguiría requiriendo los votos afirmativos de C's y de Coalición Canaria. PSOE y Unidos Podemos, en la fórmula propuesta en su día por el líder de la formación morada, aún precisarían el sí de los partidos catalanes y bien, o el sí de EH Bildu o el sí o la abstención del PNV.

En la mayor parte de las CC.AA., PP y PSOE cederían escaños en favor de Unidos Podemos y Ciudadanos. Canarias, Baleares y País Vasco serían las tres únicas circunscripciones —sin contar las comunidades uniprovinciales— en las que no habría variación en la distribución de diputados. Ciudadanos obtendría representación hasta en tres Comunidades en las que se quedó sin ella: Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia.

Es subrayable el caso de PACMA —el partido contra el maltrato animal— que sería la quinta fuerza más votada en trece de las diecinueve hipotéticas circunscripciones , con un total de 284.848 votos en todo el Estado, y que se quedaría sin representación al no alcanzar en ninguna de ellas el 3% indispensable de votos para ello.

Así quedarían las cosas:

En Andalucía: el PP perdería dos escaños que irían a parar uno a Unidos Podemos y otro a Ciudadanos. (PP: 21, PSOE: 20, Unidos Podemos: 12 y C's: 8).

En Aragón: PP y PSOE perderían un escaño cada uno en favor de Unidos Podemos y Ciudadanos. (PP: 5, PSOE: 3, Unidos Podemos: 3 y C's: 2).

En Canarias: una de las pocas CC.AA. en las que se mantendría el actual reparto de diputados con el cambio de circunscripción. (PP: 6, PSOE: 3, Unidos Podemos: 3, C's: 2 y CC: 1).

En Cantabria: también sería el mismo el reparto de diputados al contar sólo con una provincia. (PP: 2, PSOE: 1, Unidos Podemos: 1 y C's: 1).

En Castilla-La Mancha: una de las circunscripciones que depararía mayor variación en la distribución de sus diputados. El PP perdería tres y el PSOE uno que terminarían en Unidos Podemos y Ciudadanos, que en el 26-J no obtuvo escaño alguno por ninguna de las cinco provincias manchegas. (PP: 9, PSOE: 6, Unidos Podemos: 3 y C's: 3).

En Castilla y León: Unidos Podemos y Ciudadanos «robarían» hasta cinco diputados a PP y PSOE. (PP: 15, PSOE: 7, Unidos Podemos: 5 y C's: 4).

En Cataluña: sorprende que el PSOE se haría con uno de los escaños de Convergència mientras que el resto de fuerzas políticas permanecerían inmutables. (PP: 6, PSOE: 8, Unidos Podemos: 12, C's: 5, ERC: 9 y CDC: 7).

En Ceuta y en Melilla: el único diputado de cada una de estas dos ciudades, evidentemente, seguiría yendo al partido más votado en las mismas: el PP.

En la Comunidad de Madrid: al ser una comunidad uniprovincial la distribución sería igual. (PP: 15, PSOE: 7, Unidos Podemos: 8 y C's: 6).

En la Comunidad Foral de Navarra: mismo caso que Madrid y que Cantabria. (PP: 2, PSOE: 1 y Unidos Podemos: 2).

En la Comunidad Valenciana: el PP perdería un escaño que, en esta ocasión, engrosaría los del PSOE. (PP: 12, PSOE: 7, Unidos Podemos: 9 y C's: 5).

En Extremadura: Ciudadanos lograría representación en esta región al arrebatarle un escaño al PP. (PP: 4, PSOE: 4, Unidos Podemos: 1 y C's: 1).

En Galicia: PP y PSOE cederían un escaño cada uno en favor de Ciudadanos, sin representación por esta CC.AA. en el actual hemiciclo. (PP: 11, PSOE: 5, Unidos Podemos: 5 y C's: 2).

En las Islas Baleares: como pasa en el archipiélago canario, el resultado sería exactamente el mismo. (PP: 3, PSOE: 2, Unidos Podemos: 2 y C's: 1).

En La Rioja: comunidad uniprovincial, mismo resultado. (PP: 2, PSOE: 1 y Unidos Podemos: 1).

En el País Vasco: a nivel autonómico se obtendrían los mismos escaños que con las actuales circunscripciones provinciales. (PP: 2, PSOE: 3, Unidos Podemos: 6, PNV: 5 y EH Bildu: 2).

En el Principado de Asturias: mismo caso que en Cantabria, Madrid, Navarra y La Rioja. (PP: 3, PSOE: 2, Unidos Podemos: 2 y C's: 1).

En la Región de Murcia: igual que en Asturias. (PP: 5, PSOE: 2, Unidos Podemos: 1 y C's: 2).