Díaz supera a Iglesias en la valoración de todos los votantes de la izquierda
La nueva líder de UP es bien valorada entre los votantes del PSOE, un cambio notable respecto a Iglesias
La sustitución de Pablo Iglesias por Yolanda Díaz como referente de Unidas Podemos ha tenido inmediatas consecuencias en el funcionamiento de la coalición. La escenificación de la discrepancia ha dejado de ser la guía de actuación del socio minoritario. El sentir general en ... ambos espacios políticos es que se abren a partir de ahora espacios de mayor colaboración. El lema es ese «la legislatura empieza ahora» que fue la dirigente gallega la primera en poner encima de la mesa, y que ahora repite cualquier ministro con un micrófono delante.
Sin embargo, en toda coalición existe una relación de tensión entre los socios, que por encima de cualquier otra consideración son también competidores. Y es en este punto donde el nuevo liderazgo de Yolanda Díaz aporta novedades interesantes para su espacio político. Y preocupantes para el PSOE.
Desde que Pedro Sánchez accedió a La Moncloa vía moción de censura el PSOE dio la vuelta a los datos de valoración. Se consolidó entre sus votantes –esto empezó un poco antes tras su victoria en las primarias de 2017–, y empezó a crecer entre los de Unidas Podemos. Son datos que internamente se han trabajado mucho en el laboratorio socialista. Sánchez tiene buena valoración entre sus votantes, pero también aprueba con mucho margen entre los votantes de Unidas Podemos. Esto explicaba parte de la estrategia que Sánchez desplegó durante estos meses: situarse por encima del choque entre sus ministros socialistas e Iglesias. Hasta el punto de concederle pequeñas victorias.
Esto no sucedía con Pablo Iglesias. Su valoración aguantaba entre sus votantes, aunque iba a menos, pero se hundía entre los socialistas . Ese desequilibrio a favor de Sánchez otorgaba una ventaja competitiva al PSOE a medio plazo: hacía muy complejo que Unidas Podemos captase votante socialista, mientras que al revés las compuertas estaban abiertas.
Veamos los datos. En el barómetro del CIS del mes de febrero, justo antes de que se desatasen los acontecimientos políticos de la Región de Murcia y la Comunidad de Madrid, Iglesias obtiene una nota de 3,6 en valoración por parte de los socialistas. Entre los suyos su valoración aguantaba con un 6,1.
Se diferencia del resto
En el último barómetro en el que se incluyó valoración de todo el Consejo de Ministros, Yolanda Díaz lograba aprobar (5,2). Y se desmarcaba de forma clara del resto de sus compañeros de Unidas Podemos. El líder de IU y ministro de Consumo, Alberto Garzón , se quedaba en un 3,9. Lo seguía el ministro de Universidades, Manuel Castells (3,7). Y por detrás quedaban ya la ministra de Derechos Sociales y nueva líder de Podemos, Ione Belarra , con un 3,5. La misma nota que obtenía la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Estos datos se sustancian en diferentes variables de los barómetros. En el último con Iglesias al frente de Unidas Podemos, a la pregunta «¿Quién prefiere que sea presidente del Gobierno?», un 26,2% de los electores señalaban a Pedro Sánchez como su primera opción. Mientras que Pablo Iglesias era elegido solo por un 4,6% de los votantes. Íñigo Errejón era señalado por un 2,9% de los encuestados.
El panorama ha cambiado drásticamente en el mes de junio. El actual presidente del Gobierno es elegido por un 19,3% del electorado. Mientras que la nueva líder del conglomerado UP llega al 10,1% de los electores. Este ascenso además es exclusivamente a costa del PSOE y de electores abstencionistas. Porque su auge va en paralelo al de Errejón, al que ya identifican como presidente un 6,9% de los votantes.
Si la marcha de Iglesias ha restado peso mediático a Unidas Podemos, lo que es evidente es que ha mejorado por otro lado sus posibilidades de atraer votantes del PSOE y de Más País. Pero también de las fuerzas regionalistas e independentistas hegemónicas en sus territorios en las elecciones autonómicas pero que en las generales pueden votar a Unidas Podemos. Eso es lo que sucedió en 2015 y 2016, cuando Pablo Iglesias basó su órdago al PSOE en su capacidad para superarlo en las regiones de la periferia. Esa pujanza fue deteriorándose con el tiempo. Pero los datos demuestran que Díaz estaría en condiciones de recuperar esas posiciones . En los datos internos del CIS puede observarse que su mejor valoración respecto a Iglesias se basa fundamentalmente en que logra que su puntuación sea homogénea entre hombres y mujeres. Algo que no le sucedía a Iglesias, muy mal valorado entre el género femenino. Pedro Sánchez duerme más tranquilo con Pablo Iglesias fuera del Gobierno. Pero a medio plazo su sustituta puede darle más dolores de cabeza porque tiene más capacidad para atraer sus votantes. Algo se mueve en la izquierda.