Detenida en Valencia la septuagenaria que radicalizó a la yihadista fallera de Cullera
También conversa, apenas salía de casa y volcaba su actividad adoctrinadora en las redes sociales
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Iniciar sesiónEn noviembre de 2020 se conoció la detención en Cullera (Valencia) de una chica de 25 años entonces, de nombre Cristina, que había pasado de una vida como la de cualquier otra joven de su edad –como muchas, también vestía de fallera en las ... fiestas de esa localidad– a una radicalización yihadista extrema que la había llevado a tomar la terrible decisión de viajar a Siria para unirse a las filas de Daesh, e incluso a acordar un matrimonio allí con un combatiente que ni siquiera conocía de forma personal. Pues bien, el jueves pasado los agentes de la Comisaría General de Información y sus compañeros de la brigada de Valencia completaron su trabajo al poner los grilletes, en su piso de la capital del Turia, a María, de 72 años, la mujer que la adoctrinó, también española y conversa como ella.
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Esta septuagenaria lleva en el radar de los investigadores desde el mismo momento de la detención de su pupila, pero en estas investigaciones es cada vez más complejo obtener las pruebas necesarias para que luego los jueces puedan actuar. Los radicalizadores, que actúan prioritariamente a través de las redes sociales, se muestran muy cautos con los mensajes que difunden en sus perfiles y solo empiezan a desplegar toda su actividad cuando ven posibilidades en algún candidato. A partir de ese momento los contactos son bilaterales –a menudo los mensajes se borran nada más ser enviados, como medida de seguridad– y, por tanto, mucho más difíciles de rastrear.
Aunque no tiene estudios, es una mujer muy ágil mentalmente, lista y capaz de manejarse bien con los ordenadores
Varios perfiles en la red
Este era el caso de María, quien a pesar de su edad tenía un buen manejo de los ordenadores y varios perfiles activos para su trabajo de proselitismo , además de un buen número de seguidores. Siguiendo las pautas rigoristas, mantenía sobre todo contactos con mujeres, aunque no solo con ellas, y al principio se centraba en el adoctrinamiento religioso: es decir, explicaba cómo debía relacionarse esa persona con los hombres, con otras mujeres, cómo actuar en cada momento... Si luego veía posibilidades en la candidata pasaba a la segunda fase, más peligrosa y que entraba de lleno en el ámbito delictivo.
En el caso de la yihadista fallera, según las fuentes consultadas por ABC, también hubo contacto físico, además de por supuesto esa relación a través de las redes sociales. Esos encuentros demuestran una relación muy estrecha entre ambas . La conversión de Cristina se sitúa en 2017, pero la radicalización coincide con los atentados yihadistas de Cataluña del 17 de agosto de ese año, que fue aumentando a medida que pasaba el tiempo.
Un dato: en los seis meses anteriores a su detención la joven comenzó a vestir el niqab negro, que solo dejaba ver sus ojos; en enero de ese año viajó a Turquía con su marido de entonces, marroquí, al que presionaba para unirse a las filas de Daesh en Siria. El esposo se divorció porque no estaba dispuesto a ello; se ve que el plan no le parecía demasiado sugerente...
Pero si la historia de la yihadista fallera era impactante, la de María no lo es menos. Lo primero que llama la atención es su edad, 72 años como ya se ha señalado, aunque las fuentes consultadas por ABC explican que, salvo algún pequeño achaque, se conserva muy bien. Además, no tiene estudios, pero se trata de una persona ágil mentalmente, vivida, con notables recursos dialécticos y un discurso ordenado. Lista, en definitiva.
Aunque antes iba por la mezquita, desde hace tiempo ya no salía apenas de casa y volcaba toda su actividad en las redes sociales, a través de las cuáles lanzaba sus mensajes e interactuaba para sus labores de proselitismo . Había tenido varias parejas, pero últimamente vivía con un marroquí unos 20 años más joven que ella en un piso de un barrio deprimido, aunque no especialmente conflictivo. Este hombre también tenía varios perfiles y, según las pesquisas, de alguna manera colaboró con su pareja, por lo que también fue detenido por la Policía el jueves pasado. Quedó en libertad tras prestar declaración en dependencias policiales sin pasar a disposición judicial, si bien tiene la condición de investigado. No obstante, su grado de implicación en los hechos es mucho menor que el de María.
Una expareja la adoctrinó
La adoctrinadora vivía de forma modesta de los subsidios que recibía, aunque por su forma de vida apenas tenía gastos. Todo su tiempo lo ocupaba en difundir sus mensajes. Las fuentes consultadas sitúan su radicalización hace ya bastantes años y en ese proceso habría tenido mucho que ver una de sus parejas, también marroquí, de la que luego se separó. No obstante, continuó con su proceso de radicalización ya de forma autodidacta.
Como ya se ha apuntado, aunque mayoritariamente interactuaba con mujeres, también tenía contactos con hombres. En concreto se han detectado algunos con combatientes de Daesh en Siria . En el momento de la detención se intervinieron ordenadores y memorias USB cuyo contenido es analizado ahora por los expertos de la Comisaría General de Información.
Por supuesto, aún hay abiertas líneas de investigación. Una de ellas es intentar comprobar si fue María la que proporcionó a la yihadista fallera los contactos de al menos siete ‘foreing fighters’ (combatientes extranjeros en las filas de Daesh). Con uno de ellos, además, había concertado matrimonio, que se materializaría una vez hecho el viaje a Siria.
«Sin permiso del marido»
Desde 2014 la Policía ha detenido a ocho mujeres que querían viajar a zona de yihad . Una desistió de su idea al enterarse de que su marido había muerto en combate. En agosto de 2001 el Alto Consejo Saudita aprobó que las mujeres participaran en atentados terroristas; un año después, el jeque Yassin, jefe de Hamás, afirmaba que «son la reserva de nuestro Ejército; cuando es necesario, las usamos» ; y ya en 2004, Yusuf al-Qaradawi, decano del Centro de Estudios Islámicos en la Universidad de Qatar añadía que «deben participar de la yihad incluso sin el permiso del marido» ...
El mismo día que se detuvo a María en Valencia, agentes de Información hacían lo propio en Madrid con un yihadista que ya había sido arrestado también en 2020 , solo un mes después de la joven de Cullera. También es español y quería convertirse en el mejor francotirador de Daesh. Se le intervino un manual de explosivos y un arma blanca.
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