El Rey defiende ante China un «sistema de comercio abierto que beneficie a todos»

El Monarca destacó que España y China son «dos de los Estados más antiguos del planeta» y subrayó que la relación entre ambos países se basa «en el respeto, el mutuo compromiso con los principios de unidad e integridad nacional, la confianza y la voluntad de crecer juntos».

Don Felipe, que dirigió un saludo en chino -«bienvenidos a España», dijo, y le aplaudieron- manifestó su «suma satisfacción» ante el hecho de que China se plantee «la inclusión del español» en la enseñanza secundaria y el bachillerato. También celebró que la comunidad china se haya integrado «con éxito en nuestra sociedad» y que el año pasado visitaran España «medio millón» de turistas chinos.

Además, el Rey reiteró el deseo de «seguir estrechando y ampliando nuestra relación para que España y China sigan cumpliendo años juntos». Recordó que este año China cumple cuarenta años de su «Reforma y Apertura», y España, cuarenta de su Constitución , «que abrió el periodo de mayor prosperidad de la historia moderna de España». «Juntos sumamos ochenta años de apertura al mundo y de reformas de nuestras respectivas sociedades», dijo Don Felipe, «y todos sabemos que el ocho es el mejor de los augurios en la numerología tradicional china», añadió antes de levantar su copa y brindar por ambos países.

A la ceremonia de anoche Doña Letizia acudió con un vestido de terciopelo azul noche que ya estrenó con anterioridad, pero lo más llamativo fue que lució por primera vez la tiara rusa, la impresionante diadema de perlas que perteneció a la Reina María Cristina de Austria, esposa de Alfonso XII, y que era una de las joyas preferidas de la abuela de Don Felipe, la Condesa de Barcelona,

A la cena, la primera a la que asistió Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, asistieron unos 120 invitados, entre ellos, las altas autoridades del Estado, cuatro ministros españoles -los de Exteriores, Industria, Ciencia y Cultura- y tres chinos -de Exteriores, Reforma y Comercio-, así como destacados empresarios, como los presidentes de Telefónica, Inditex, Alsa, Grupo Antolín, Iberia, Indra, Gestamp, Repsol, Técnicas Reunidas, Abengoa y Seat, y los consejeros delegados de BBVA y El Corte Inglés. También asistieron los presidentes de la CEOE, Antonio Garamendi , y de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet .

Entre otros invitados, se encontraban el tenor Plácido Domingo , la campeona mundial de bádminton Carolina Marín , el pintor Alberto Reguera (autor del cuadro que los Reyes regalaron a sus invitados) y el realizador Javier Fesser , cuya película «Campeones» ha sido presentada por España a los Oscar.

Ante todos ellos, el presidente Xi les dirigió unas palabras y destacó que las reformas emprendidas por España hayan permitido la recuperación de su economía y que desempeñe un papel «cada vez más relevante» en la Unión Europea y en los asuntos internacionales. También afirmó que «la economía china ha dejado el crecimiento de alta velocidad para pasar a un desarrollo de alta calidad», y elogió «la excelente promoción» que ha hecho España «de sus productos de calidad y de su imagen nacional».

Tras los discursos, los invitados degustaron un menú servido por el chef Paco Roncero , que incluía salmón marinado, salmorejo con jamón ibérico, alcachofas rellenas de huevos de trucha, mini-huerto de verduras y rape con setas y cebollitas. De postre, Roncero sirvió un dulce llamado «Sweet Asia».

La anécdota de la noche ocurrió un poco antes de la cena, durante el saludo de los invitados a los Reyes y al matrimonio chino en el Salón del Trono. El jefe de Protocolo iba anunciado a los invitados que pasaban a saludar y, cuando empezó a anunciar al decano de la Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza, el duque de Fernández-Miranda, se «coló» Javier Solana , que se quedó con «el duque... Solana». Los Reyes se rieron.

Con la cena de anoche concluyó la histórica visita de Estado del presidente de China y su esposa, a quienes los Reyes habían recibido oficialmente por la mañana con una ceremonia de bienvenida, aunque ya la víspera les invitaron a cenar en privado en el Palacio de La Zarzuela.

Una hora antes de que Xi y su esposa llegaran al Palacio Real para la ceremonia de bienvenida, cientos de chinos se concentraron en los alrededores de la plaza de Oriente para saludar a su presidente con banderas chinas y pancartas escritas en chino y en inglés en las que se podía leer «Welcome».

Una vez concluida la ceremonia de bienvenida, la Reina acompañó a la primera dama china, que es una afamada soprano en su país, a visitar el Teatro Real, mientras el presidente Xi iniciaba un intenso programa que le llevó al Ayuntamiento, al Senado y a La Moncloa, donde se reunió con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y firmó ocho acuerdos, entre ellos los protocolos sanitarios para impulsar las exportaciones de uva de mesa y porcino. Tras almorzar con el jefe del Ejecutivo, Xi regresó al Palacio de El Pardo, donde asistió a la constitución del Consejo Asesor Empresarial Chino-Español. Además, durante la visita, las empresas españolas firmaron diez acuerdos.

Mientras tanto, en el Teatro Real, la Reina y la primera dama china contemplaron en el escenario parte de los ensayos de «Turandot» y escucharon tres arias de esta ópera que se estrenará mañana.