«Ya está bien de fariseísmos y sepulcros blanqueados»

Escuchando este terrible relato de un sacerdote de la religión católica, la mía, se me quitan las ganas de creer en la Iglesia. Ya está bien de fariseísmo y sepulcros blanqueados. Esta ha sido y parece seguir siendo la Iglesia Vasca: la que justificaba las matanzas de ETA y consideraba a Cuerpos como el de la Guardia Civil como simples ratas que había que exterminar, como ya hicieron los nazis con tantísimos millones de judíos. Esta es la Iglesia Vasca que hoy «a Dios rogando y con el mazo dando». Los católicos como yo nos sentimos humillados y maltratados por unos individuos que continúan haciendo crecer la semilla del odio, como ya hizo Luzbel cuando prefirió alejarse de los ángeles cercanos a Dios.

Mi decepción no es nueva pues ya he tenido fuertes enfrentamientos con la Iglesia Vasca por alejarse de su pueblo y acercarse al terror y a la sangre. Mi tristeza como creyente no torpedea mi Fe en Dios , pero me hace ver que no hay solo pastores de ovejas, sino también pastores de lobos en el mundo que nos rodea. Por eso ahora más que nunca, defiendo la auténtica Fe Cristiana, la que no se aleja del pueblo que ha sufrido, pero no perdono ni consiento a los adoradores del mal.

El ejemplo del cura de Lemona (Vizcaya) es uno más, Entre cientos si no miles, terroríficamente descrito, como si de una película de Halloween se tratara. La Iglesia Católica debe reaccionar con contundencia ante estas situaciones que van contra las enseñanzas de Cristo, pero debe hacerlo ya, no esperar ni un minuto más. Por otro lado, será la imprevisible Audiencia Nacional la que evalúe si la conducta de este individuo merece una reprimenda penal por enaltecer a los que asesinaron a mi padre y a 855 personas más.