Cuidado con los rellenos permanentes
Hace unos días, en una reunión de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Secpre), un grupo de cirujanos alertó al colectivo sobre los efectos secundarios que están causando
Hace unos días, en una reunión de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Secpre), un grupo de cirujanos alertó al colectivo sobre los efectos secundarios que están causando algunos rellenos permanentes, con biopolímeros no absorbibles. Existe una nueva enfermedad que han llamado alogenosis iatrogénica, que viene de Alogeno (cuerpo extraño) e iatrogénica (provocado por el propio médico), y que consiste en la aparición de fistulas, úlceras y granulomas en el rostro de pacientes que se han sometido a rellenos permanentes para aumentár sus pómulos, surcos nasogenianos, labios, etc. Pero ahí no acaba el asunto.
Al parecer, están apareciendo algunas reacciones alérgicas graves en el resto del organismo, uno o dos años más tarde, y no se sabe qué las despierta. La alarma la han dado varios cirujanos plásticos que han visto cómo algunos de sus pacientes sufrían problemas inmunitarios a consecuencia de los implantes. El más grave de todos, producido por una bajada de defensas a consecuencia de una gripe, ha terminado en la UVI. El caso es que estos materiales de relleno cuentan con autorización sanitaria ya que, hasta ahora, no se tenía constancia de que pudieran producir problemas de esta índole, y los doctores ni siquiera saben por qué, ni cuándo pueden aparecer estas reacciones.
Estos rellenos no pueden eliminar (no se reabsorben como sucede con el ácido hialurónico, por ejemplo) porque están compuestos de micropartículas que se difunden por el organismo. La única forma de extraerlos (y no siempre es posible) es abriendo una incisión en la zona que deja cicatrices, que es precisamente lo que se pretende evitar con este tipo de arreglo estético.
El asunto es serio, aunque el problema en España no es tan grave como en Sudamérica donde se utilizan materiales de relleno sin control y muchos pacientes tienen la cara destrozada. La recomendación del doctor Luis de la Cruz, de la Clínica La Luz de Madrid, es que al primer síntoma (rubor, calor o inflamación) se acuda a un cirujano plástico acreditado para que lo extirpe.
TERESA DE LA CIERVA
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