Cuatro años en manos de 'Frankenstein', el campo de minas por el que camina Sánchez

Mariano Alonso

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

07/05/2022 a las 20:26h.

Compartir

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete

En apenas unas semanas, Pedro Sánchez cumplirá cuatro años en La Moncloa. Llegó al poder a lomos de lo que, recogiendo una expresión del difunto ex secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba , se definió como 'coalición Frankenstein'. La amalgama de partidos, desde Podemos a Bildu, pasando por ERC o el PNV, que hizo posible que triunfase su moción de censura sobre Mariano Rajoy , la única en la historia de la democracia que ha tenido éxito. Pese a todo lo ocurrido desde entonces, incluidas las dos victorias del PSOE en sendas elecciones generales celebradas en 2019, y su investidura en enero de 2020 tras su pacto de coalición con Pablo Iglesias, el inquilino de La Moncloa sigue preso de esos precarios apoyos, que le hacen caminar por un auténtico campo de minas político.

Porque, dado que PSOE y Unidas Podemos no suman una mayoría suficiente, el resto de apoyos son tan inciertos como variables. Y, si hablamos de ERC, tan pronto te facilitan la investidura con una abstención como te votan en contra las prórrogas del estado de alarma, lo que obliga al Gobierno a recurrir a Ciudadanos (Cs). O pasan de apoyar los Presupuestos a rechazar la reforma laboral, lo que a punto estuvo de llevarse por delante uno de los principales proyectos de la legislatura, como ocurrió en febrero.

Pero ni siquiera con Unidas Podemos, el socio de coalición, hay garantías de un total unidad de acción. La formación morada está más obligada que otras a ello por formar parte del Gobierno, pero eso no ha evitado que se desmarque en ocasiones del PSOE tanto en la Mesa del Congreso como en la Junta de Portavoces. Esta misma semana lo hizo para votar junto a los independentistas en favor de una comisión de investigación sobre las escuchas de Pegasus, que los socialistas solo han logrado evitar gracias al apoyo de PP, Vox y Cs .

Igualmente, la mayoría contra natura del PSOE y los tres partidos del centroderecha tumbó en su día los intentos de Podemos y de los nacionalistas de abrir una comisión de investigación sobre el Rey Juan Carlos. Más recientemente, tampoco prosperó la comisión que sobre los abusos sexuales en la Iglesia pretendían impulsar los partidos a la izquierda del PSOE y a la que los socialistas se opusieron desde el primer momento, por considerarla contraproducente para el interés de las víctimas. Aunque en este caso el partido morado y las otras formaciones minoritarias terminaron aceptando la solución intermedia de una comisión de expertos que coordinará el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, aprobada en el Parlamento con la única oposición de Vox.

Superado ya el ecuador de la legislatura, siempre que cumpla su promesa de no anticipar las elecciones, Sánchez tiene por delante año y medio sometido a la permanente incertidumbre de si puede sacar adelante su acción de Gobierno: desde unos Presupuestos a la convalidación de cualquier decreto, pasando por parte de las leyes que aún tiene comprometidas por su acuerdo de coalición con Podemos.