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Cospedal marca posiciones en el PP: «¡Ahora aquí manda el partido!»

La caída de Rajoy desata hostilidades soterradas entre el partido, que busca recolocar a Santamaría y mira a Feijóo

Pedro Sánchez toma posesión de su cargo en directo

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo EFE | Vídeo: Escuche las palabras de Alberto Núñez Feijóo ATLAS
Itziar Reyero

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La caída por derribo del jefe y su Gobierno ha dejado noqueado al Partido Popular, que sigue encomendándose a Mariano Rajoy para levantarse. El ya expresidente del Gobierno, cuya autoridad nadie discute, permanece de pegamento de un partido que empieza a ver cómo se desatan las hostilidades, de momento soterradas, para hacerse con el poder interno. El jueves en el Congreso los populares registraron una escena que, según dos testigos, evidencia bien el estado de ánimo del PP.

La secretaria general, María Dolores de Cospedal, entró en las dependencias del Gobierno en el Congreso en un estado de nervios evidente. Su afán fue atajar el rumor de dimisión de Rajoy. Hubo quien interpetró que su mensaje se dirigió contra la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que en esos momentos atendía en corrillos a la prensa en el pasillo de la Cámara Baja. «¡Ahora aquí manda el partido!», exclamó Cospedal, evidenciando la distancia entre ambas y la correspondiente fractura entre el Ejecutivo y la sede de Génova, 13.

Reparto de papeles

Hoy por hoy Cospedal conserva la secretaría general del PP y también la presidencia del partido en Castilla-La Mancha, lo que le abre la puerta a ser candidata autonómica en 2019 y mantener ese poder territorial. Sin embargo, Santamaría es hoy una diputada rasa , con asiento en Génova por ser vocal electa en el comité ejecutivo nacional, pero nada más. Muchos la colocan otra vez en la portavocía de grupo parlamentario, aunque otros descartan esa operación. Un colaborador suyo opinaba anoche que ella también dejara la política, aunque también advierte que esta sensación puede deberse al desánimo propio del desalojo forzado de La Moncloa .

Hay otro dato que apuntan desde el Congreso. Si Rajoy renuncia al escaño dejará de ser presidente del grupo parlamentario, que podría quedar en manos también de Cospedal por ser ella la secretaria general, según señalan tres fuentes distintas. «No aceptará que Soraya se ponga delante y tendría todo el poder del grupo», dibujan desde la Cámara Baja.

Por ahora no hay cambios. Rajoy sigue al frente de Génova y mantiene también su escaño en el Congreso de los Diputados. Los populares apuntan a que cederá en las próximas semanas ese asiento, porque sería inédito que un expresidente permanezca como jefe de filas de la oposición, ni tan siquiera como diputado raso. En todo caso, se advierte, con Rajoy nada está escrito y sus colaboradores creen que seguirá al menos «tres» plenos más, lo que dure este periodo de sesiones.

Lo que sí se da por hecho, como informó ABCel miércoles, es que Rajoy permanezca siendo el presidente del PP porque es el único garante de facilitar una sucesión ordenada. Desde hace días se apunta a la necesidad de que el PPconvoque un congreso extraordinario para elegir al nuevo líder. Sin «dedazo» de Rajoy, pero con la tutela necesaria para evitar «guerras».

Rajoy ha convocado para el martes a mediodía al comité ejecutivo nacional, en el que conviven los principales dirigentes, incluidos todos los barones territoriales. Muchos esperan que allí Rajoy empiece a marcar el camino hacia la renovación del PP, que vive su peor pesadilla desde que en 2004 se viera apartado de La Moncloa por el atentado yihadista del 11-M y la guerra de Irak. Varios líderes autonómicos expresan su deseo de que Rajoy tenga en cuenta su palabra para consensuar el futuro relevo. «No es lo mismo un comité donde somos treinta que un cónclave con diecisiete», opina un cargo.

El curso electoral

Casi unánime es la demanda para reorganizarse cuanto antes. Hay una fecha psicológica en estos dirigentes autonómicos, que se juegan las cartas el próximo mayo en sus elecciones. Septiembre . «Es importantísimo empezar el curso electoral con referencias políticas fuertes», reconocen en privado. «No es nada bueno prolongar esta etapa de incertidumbre. Hay que evitar el lío interno a toda costa . Rivera quiere ser el jefe de la oposición y no podemos permitirnos dejarle el mínimo resquicio», argumenta un dirigente que se la juega en mayo.

Existe confianza mayoritaria en las decisiones que adopte Rajoy: «Ahora estamos todos en la expectación. En el comité ejecutivo del martes. Es evidente que todos sabemos que Rajoy, conoce muy bien el partido y sus circunstancias. Él va a tomar decisiones mejores para todos», argumentan.

Como siempre, Alberto Núñez Feijóo está en el imaginario de todos . Concita amplísimos apoyos, también entre los barones territoriales, aunque se apunten sus «hándicaps». El primero es que hoy es presidente de la Xunta y habría que «desvestir al santo», recuerdan en Génova. En consecuencia, no tiene acta de diputado y no podría ejercer de líder de la oposición contra Sánchez en lo que resta de legislatura, que el PP teme que será larga, hasta 2020, pese a las evidentes dificultades del futuro gobierno socialista.

«Me quedan dos años de mandato y mi compromiso es cumplir como presidente de la Xunta de Galicia», dijo el candidato. Un fijo en las quinielas.

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