Al Shabab retiene en Somalia a las cooperantes españolas secuestradas

«Al Shabab las mantiene en custodia en Kismayo», reconoció a los medios locales el general Yusuf Hussein Dunmaal, comandante en jefe de las fuerzas del sur.

Tras la reciente expulsión de las milicias islamistas de la capital, Mogadiscio, la ciudad sureña de Kismayo se ha convertido en el principal bastión de Al Shabab en Somalia , sobre todo, ante su peculiar ingeniería (sesgada en el interior por el río Juba, los efímeros tres puentes que la cruzan impiden cualquier tipo de amenaza terrestre).

Sin embargo, el presunto traslado de las dos españolas no se debería tan solo a motivos logísticos. Más bien militares. El pasado sábado, el Ejército keniano lanzó una ofensiva en el interior del país en «castigo» a los secuestros protagonizados por Al Shabab en el último mes: las dos cooperantes españolas, así como la francesa Marie Dedidue Manrd y la británica Judith Tebbutt.

Para ello, el ministro de Seguridad de Kenia, George Saitoti, apeló al artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas (una justificación similar a la utilizada por Estados Unidos en el asesinato del líder de Al Qaida, Osama Bin Laden).

Y la apuesta, lo cierto, no fue menor. Como señala a ABC Bashir Aden, líder local, solo el sábado, al menos 50 vehículos blindados y un millar de soldados cruzaron la frontera. «Los combates se centran ahora en las localidades de Qoqani y Taabta, clásicos reductos de la milicia islamista en la zona limítrofe con Kenia, así como Afmadow, que ya ha comenzado a ser bombardeada», aseguró Aden.

¿La fortaleza de Kismayo? Todavía inexpugnable.