La cooperación española quiere sortear los recortes con la ayuda de las empresas

El director para la AECID, Juan López Dóriga , se muestra en una entrevista con Efe dispuesto a explorar todas las posibilidades que permitan a España «seguir haciendo una buena cooperación». Es el momento, afirma, de analizar qué funciona y qué hay que mejorar. La coordinación de los actores públicos -las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos- y privados -empresas, universidades y think-tanks- debe jugar un papel clave.

«El hecho de que durante mucho tiempo la cooperación haya ido por un lado y las empresas por otro ha contribuido a que no se hable de determinadas cosas y no se tejan unas alianzas que yo creo que son imprescindibles», señala. Y anima a las empresas españolas a asumir su papel como «actores de desarrollo» , cosa que sí hacen otras empresas como Vodafone, Ikea o la Fundación Bill Gates.

Dóriga apuesta por seguir el modelo de Francia, Alemania o Gran Bretaña , que tienen «unidades dedicadas al sector privado, que trabajan en alianza con las empresas». Las empresas españolas pueden contribuir a la cooperación de varias maneras: a través de programas de apoyo, impulsando el crecimiento económico y la creación de tejido económico de una zona o desarrollando su propio núcleo de negocio.

La Ayuda Oficial al Desarrollo será este año del 0,23%, muy lejos del objetivo del 0,7% fijado para 2015. La estrategia para este año pasa por una mayor concentración sectorial, geográfica y multilateral. Los sectores de interés se han reducido a cinco.

Así, la cooperación española saldrá de países suficientemente desarrollados como Chile, Argentina o Brasil. Aunque «eso no significa que dejemos de hacer cooperación en esos países», aclara Dóriga. «La idea es hacer un centro regional en Montevideo que nos permita seguir haciendo cosas, poniendo en marcha iniciativas de naturaleza distinta ». Seminarios, talleres, informes, cursos, «todo un catálogo de actuaciones que podemos desarrollar en colaboración con universidades y fundaciones».