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EL OASIS CATALÁN

Cómics de Tintín y chocolate

No se entiende que los partidos secesionistas renuncien a la unilateralidad y acepten el orden constitucional, y, al mismo tiempo, reivindiquen el 1-O y coqueteen con un proceso constituyente

Miquel Porta Perales

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La Marcha sobre Bruselas llega a su destino. Unos miles de secesionistas catalanes acuden –gracias a la documentación española- al corazón de la UE para rendir pleitesía al holograma de Puigdemont disfrazado de exiliado. Y para exigir a la UE que escuche y ayude —Wake ... up, Europe!— al secesionismo catalán. A ver, ¿Europa debe despertar para echar una mano a quienes —Jean-Claude Juncker, dixit— representan el «veneno» nacionalista? ¿Qué piensa Europa del Puigdemont que afirma que la UE es un «club de países decadentes y obsolescentes» y sugiere que los catalanes «deberían decidir si quieren pertenecer a esta Unión Europea y en qué condiciones… vamos a ver qué dice el pueblo de Cataluña»? ¿Qué buscan en Bruselas? Cuota mediática, agitprop, chocolate, cómics, llaveros y videojuegos de Tintín. ¿Qué hay de lo suyo? Rien de rien. En francés y flamenco. Y JpC –en detrimento de ERC- sacará provecho electoral de la brigada móvil que se desplaza a Bruselas.

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